Vivir con amigos o con pares en la vejez, lo que se denomina cohousing, es una forma alternativa de habitabilidad que escapa al binomio histórico de vivir con la familia o en una residencia geriátrica, sostuvo el especialista Ricardo Iacub, para quien “estos formatos que recién hoy comienzan a difundirse en el país llevan ya varios años en otras partes del mundo con una cultura menos arraigada en las familias”.
“Hasta hace poco tiempo cuando pensábamos en las personas mayores regía un modelo medicalizado con el eje puesto en la asistencia a la enfermedad. El aumento de la esperanza de vida y la mejora de la calidad de vida de las personas mayores fue impulsando la creación de espacios para vivir más originales”, indicó Iacub, psicogerontólogo y responsable de la cátedra de Tercera Edad de la Facultad de Psicología de la UBA.
El especialista describió que “en sociedades como Estados Unidos, donde los vínculos familiares se encuentran más resquebrajados que en las culturas de origen latino, este tipo de viviendas son más habituales. De hecho existen barrios completos, tipo countries, con servicios específicos para personas mayores”.
“En España este tipo de experiencias también comenzaron a proliferar. No tiene que ver sólo con el poder adquisitivo, de hecho en los sectores de clases muy altas a veces existe una resistencia al envejecimiento, a pensarse mayor y planificar; pero sí hay un tipo de persona que es aquella que puede a los 50 años, por ejemplo, imaginar cómo quiere envejecer”.
Las nuevas formas de pensar cómo envejecer fueron reflejadas en el cine, en películas como la francesa “Et si on vivait tous ensemble?” (¿Y si vivimos todos juntos?), en la que un grupo de amigos decide armar una comunidad para evitar ser institucionalizados en una residencia geriátrica.
La temática cobra más sentido en una sociedad mundial que para 2050 tendrá el 22 por ciento de su población mayor de 60 años, el doble de lo que tenía en 2000.
Iacub describió que “los emprendimientos particulares que comienzan a darse en Argentina en general involucran a personas de clases medias, con hijos que no viven en su ciudad, que pueden disponer de algún patrimonio para vender y aportar al proyecto colectivo pero que, fundamentalmente, tienen alguna conciencia sobre la importancia de cuidarse entre sí, de la socialización entre pares”.
“También existen proyectos de colectividades, como puede ser Vida Linda -en el barrio de Belgrano de Capital Federal-, e incluso hay intentos desde el Estado de generar estas viviendas sociales que son incipientes; esto demuestra una heterogeneidad de ofertas que es atendible y deseable porque es un reflejo de la diversidad de vejeces y necesidades en esta etapa de la vida que existen”, concluyó el experto.
CAMBIOS DE COSTUMBRES DE VIDA
Cohousing, alternativa para transitar la vejez con amigos o pares
Un experto dice que “el cohousing en la vejez es poder elegir cómo vivir saliendo del binomio geriátrico-familia”.
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