Las obras en el tramo Junín – Chacabuco de la autopista en la Ruta Nacional 7 avanzan a buen ritmo, según lo confirmó a Democracia el titular de los Vecinos Autoconvocados de Chacabuco, Juan Carlos Minchilli, aunque advirtió que las lluvias del fin de semana último provocaron la interrupción de los trabajos.
En efecto, según pudo constatar este diario en una recorrida por la zona, las obras de remoción de tierra y corrimiento de los alambrados que se iniciaron el 10 de junio del 2016 desde Chacabuco a Junín hoy se encuentra a la altura de la localidad de O´Higgins y según fuentes de Vialidad Nacional, los trabajos estarán finalizados a fines del 2018, como fue anunciado por el Gobierno.
Demandada durante décadas, esta autopista implica un paso muy importante para la región, ya que unirá varias ciudades del noroeste bonaerense y ayudará a disminuir los altos niveles de siniestralidad que caracterizan a esta carretera, conocida en todo el país como “La ruta de la muerte”.
“La autopista venía bien, se estaba trabajando sábados y domingos inclusive, de día y de noche, las 24 horas, hasta estos días ya que la lluvia ha perjudicado el trabajo”, explicó Minchilli a este diario. “Hablamos con Vialidad y nos dijeron que el tiempo viene bien y que la van a terminar en el 2018”, afirmó.
El “fantasma” del agua
Sobre el agua que se encuentra acumulada a la vera de la ruta, Minchilli explicó que no consecuencia de los últimos anegamientos y la crecida de los ríos y arroyos de la zona, sino que desde hace tiempo se trata de una zona inundable.
“Ellos van haciendo cordones de agua y con una bomba la sacan. Ahora en caso de que abran la laguna La Picasa y haya dos metros de agua, tendrán que parar por tiempo indefinido”, especuló.
“Vamos a tratar de recabar la mayor información posible. Y ahora que tenemos contacto con Vialidad, hablamos todas las semanas”, dijo.
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