En el año 1997, el entonces gobernador de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, dio el puntapié inicial al Plan Maestro Integral Cuenca del Río Salado, un proyecto hídrico de enorme envergadura que tenía como finalidad paliar, en gran medida, el problema de las inundaciones en la provincia.
En ese entonces, el Ministerio de Economía bonaerense encargó a la consultora inglesa Sir William Halcrow & Partners la elaboración de un plan de recursos hídricos, un trabajo que tuvo un costo de 3,3 millones de dólares, financiados por el Banco Mundial.
Allí se definió una obra de gran envergadura, que impactaría sobre una zona de 170.000 kilómetros cuadrados con el objeto de elaborar un plan para el desarrollo integral y sustentable de la cuenca.
A casi 20 años del comienzo de aquella iniciativa, todavía no se ejecutó ni la mitad del Plan Maestro. Es más, hay especialistas que afirman que apenas se hizo un 35 por ciento del total programado.
En diálogo con Democracia, el actual subsecretario de Infraestructura Hidráulica de la provincia, Rodrigo Silvosa, ratifica esta evaluación: “Si se mide en etapas, el Plan Maestro del Salado tiene siete, de las que se ejecutaron tres, es decir, ni la mitad”.
Y en ese marco, agrega: “Sobre la etapa cuatro, que es la neurálgica, cuando tomamos la administración no había ni un plan ni un financiamiento proyectado para hacerla. No había nada de la administración de (el ex gobernador Daniel) Scioli que indicara cómo se debía hacer, y la etapa tres, que estaba en ejecución, se estaba haciendo por una licitación del Gobierno nacional”.
En épocas como ésta, en donde el agua avanza sobre los campos y, en algunos sectores zonas de la Provincia, sobre las ciudades, resurgen las críticas hacia el Plan Maestro, una suerte de “elefante blanco” de la provincia de Buenos Aires que nunca termina de construirse, a pesar de lo necesario de esta obra.
Subregión A1
La cuenca del Salado se extiende desde General Villegas hasta Samborombón.
El proyecto del Plan Maestro fue dividido en nueve subregiones, y la A1 –que va desde Villegas hasta la Laguna El Carpincho– es la que incluye a Junín.
En la Subregión A1 son muchos los trabajos que se hicieron en estos 20 años, por lo que el porcentaje de obras realizadas es mucho más elevado que el total general.
El arquitecto Marcelo Balestrasse, subsecretario de Obras y Servicios Públicos del municipio, explica cuáles fueron las obras que se hicieron en la Subregión A1.
Tomando como referencia de aguas abajo hacia arriba, se realizó un vertedero en El Carpincho con tres compuertas que se cierran o se abren para regular la circulación del agua. También se hizo un puente aguas arriba del vertedero. Se hizo el canal hasta la Laguna de Gómez, “que está diseñado para que transporte un caudal de 135 metros cúbicos por segundo, que es lo que está pasando hoy”. Sobre ese canal, se hicieron los puentes de Álvarez Rodríguez, de Posadas, el peatonal de Lartigau, el de la Ruta 7 y el de Las Gallaretas, conocido como Puente Macucho. Además, a lo largo de ese mismo curso hay instaladas entre 10 y 20 clapetas, que son una suerte de compuertas que permiten desagotar que el agua de lluvia de los barrios. A la altura de Padre Respuela, en Garibaldi y cerca de Posadas hay otras compuertas tipo cuchillas, para evitar que el agua ingrese a la ciudad.
En Laguna de Gómez se hizo una obra similar a la de El Carpincho, pero más grande, con vertedero, puente y compuertas.
Aguas arriba está el Puente Morote, que se hizo nuevo. Se realizó el dragado del canal, “aunque no está terminado como corresponde”, puesto que “les faltan las clapetas como las que hay acá”.
En la laguna Mar Chiquita se hizo la obra más grande: un terraplén de hormigón, en forma escalonada, de 13 kilómetros de largo, con un coronamiento de cota 81 sobre el nivel del mar. Ese terraplén tiene un sistema de tres compuertas, que miden 3 por 3 metros cada una, y están abiertas desde hace más de un año. Hay, además, un vertedero de unos 22 metros con un coronamiento de cota 77. La Laguna Mar Chiquita tiene un protocolo en el que, si la cota llegara a 80, debe cerrarse.
Además, en la Cañada Las Horquetas se hizo un gran canal y “faltan algunas obras menores”. Luego está el otro reservorio de la Subregión A1, que es la laguna La Salada, donde también hay un sistema de compuertas.
Qué falta
Más allá de este listado de obras, todavía faltan trabajos por hacer en la Subregión A1.
Uno de los proyectos más importantes que está pendiente es la realización de un puente sobre la Ruta 188, en lo que se conoce como Puente Lincoln, puesto que es un sector en el que se forma una especie de dique o represa.
Silvosa comenta que “esa es una obra de Nación”, como lo fue todo el paquete de Cañada Las Horquetas. No obstante, aclara: “Este año empezamos a asumir la responsabilidad de las obras sobre la Provincia. Las soluciones a esos problemas van a venir del lado de Provincia, si bien se va a trabajar de manera conjunta con Nación”.
Rodrigo Esponda, ex presidente de la Sociedad Rural de Junín, sostiene que también falta realizar “una obra de contención en La Salada y cerca de 900 kilómetros de canales secundarios”.
Otro de los puntos a solucionar es el de las compuertas de la laguna Mar Chiquita. Hay denuncias que indican que están rotas e inutilizadas, y que el tablero está oxidado. Sin embargo, Balestrasse minimiza esta situación y señala que lo que sucede es que “el sistema hidráulico de las compuertas está fallando, pero en caso de emergencia se pueden bajar manualmente”. Y añade que “están por arreglarlas, ya fue aprobado el presupuesto para hacerlo”.
Finalmente, hay otras obras que importantes que deben hacerse por fuera de la Subregión A1, por ejemplo, para conectar La Salada con Bragado, u otras aguas debajo de El Carpincho, ya que son tareas que, si bien no corresponden a esta zona, sí permitirían un mejor manejo del agua para que no se estanque en esta zona.
La gestión actual
El licenciado Silvosa señala que cuando asumió la gestión de Cambiemos, lo primero que se hizo en esta materia fue “tomar conocimiento de lo que se había hecho del proyecto”, y luego sumaron ramales que no estaban incluidos en el original para completar el Plan Maestro.
Posteriormente, se hicieron gestiones en Nación para conseguir financiamiento para la Etapa 4 –que son aproximadamente 33 kilómetros–, una licitación que se abre el lunes 6 de febrero. Además, iniciaron negociaciones con el Banco Mundial para conseguir financiamiento por unos 27 kilómetros adicionales.
“Estamos trabajando en esta Etapa 4, que es la que nos va a permitir explotar el plan completo para todos los lugares de la provincia”, afirma Silvosa.
Para la Subsecretaría de Infraestructura Hidráulica, esa etapa, que va de la laguna Las Flores hasta la laguna de Bragado, es clave porque “concentra los escurrimientos de todo el interior provincial”, puesto que “a Bragado se conecta Las Horquetas, Río Quinto, el canal Jauretche saca el agua de Trenque Lauquen, de las encadenadas del oeste, así que tiene una gran influencia”. Por todo ello, el funcionario provincial insiste en que “la Etapa 4 es neurálgica para todo el Plan Maestro y es la prioridad”.
En tanto, la financiación de esta etapa es otra arista no menor en esta coyuntura, puesto que el costo total de la Etapa 4 es de 900 millones de dólares.
Con todo, Silvosa remarca que el tema del Salado es “absolutamente estratégico para la Provincia”, y concluye: “Esto es así no solo porque evitamos las inundaciones de las ciudades, sino que, además, queremos asegurar la producción agropecuaria. Si uno logra que un pueblo no se inunde pero los campos circundantes quedan bajo el agua, también es una complicación porque ese pueblo vive de ese campo, esas tierras tienen una gran influencia en la economía del lugar. Entonces el Plan Maestro tiene un montón de aristas y María Eugenia Vidal lo puso como política provincial principal”.
LAS INUNDACIONES PONEN AL DESCUBIERTO LA FALTA DE OBRAS
El Plan Maestro nació hace 20 años y todavía no se ejecutó ni la mitad
Respecto a la Subregión A1, a la que pertenece Junín, el porcentaje de trabajos realizados es mayor. Falta hacer un puente en la Ruta 188, contención en La Salada y 900 kilómetros de canales secundarios. El protocolo de manejo del agua es otro tema de discusión.
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