Qué hacen, qué hicieron o qué están por hacer. Qué harían, cómo lo harían y cuándo lo harían. Cómo lo hizo el otro o por qué no podrá hacerlo. Dónde, cuándo, cómo y con quién estuvieron hoy. El imperativo político actual propone anunciarlo todo. Con recursos publicitarios al alcance de la mano y el bajo costo de las redes sociales como herramienta, la actitud de campaña permanente impone un ritmo frenético. En la columna de hoy repasaremos el lugar de la gente y la imposición de tópicos de contenido.
Todos permanecen en campaña hasta que encerrados en su verborragia deciden silenciar el discurso o modificar la agenda hablando de temas irrelevantes. Cada uno intenta posicionar de qué se habla y cuándo se habla, todo en código de una postulación permanente.
Comienza la mañana y muchos toman el diario, chequean los temas del día y lanzan su posición sobre aquellos tópicos que le otorguen relevancia, destaque o visibilidad. El objetivo es alcanzar a un público que ya no es visto como integrantes de una comunidad sino como un electorado al que deben seducir todos los días.
De un lado se habla de logros, del otro de falencias. Pequeñas producciones publicitarias, música de fondo e imágenes crudas para dar el golpe emocional. Miradas que simulan franqueza y la aparente claridad de cómo deben hacerse las cosas. Todo queda reducido a eso, a un mensaje que pocas veces es tratado en los ámbitos correspondientes. Todo queda ahí, en el fogoneo y agite mediático, en construir agenda para que nosotros la mastiquemos eructando malestares.
Está claro que, por un lado las acciones de gobierno y por otro la postura o pensamiento de la oposición deben ser objetos de comunicación pero tengo la sensación que en muchos casos no es más que eso, un mensaje que se viraliza con el rebote de los vecinos que se pelean entre ellos debatiendo lo que alguien impuso como tema relevante.
Se trata de un nuevo concepto del término. Hoy la agenda ya no marca lo que alguien tiene que hacer durante el día sino que busca imponer los tópicos sobre los que nosotros, los vecinos tenemos que hablar.
¿Qué van a hacer mañana?
MARKETING APLICADO
Agenda
La imposición de contenidos.
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