VIDA SANA

Dolor de piernas en adultos mayores: cómo prevenirlo

Uno de los problemas más grandes en el anciano es la pérdida de la agilidad, el encorvarse, las molestias articulares y los dolores de piernas; el gran desafío es trasladarse y autoabastecerse; con los años aumentan las compresiones de los nervios que emergen de la columna lumbar y llegan a las piernas dando verdaderos problemas; esto es debido al avance de la artrosis, esas canas de nuestro esqueleto que van estrechando cada vez más el canal medular y los agujeros por los que salen los nervios. También hay ciertos deslizamientos de las vértebras que provocan inestabilidad de la cintura, esto provoca dolores en distintas horas del día, algunos de ellos se producen en la cama lo que obliga a levantarse y no descansar bien; en otras ocasiones no toleran caminar grandes distancias, aparecen dolores en todo el recorrido de una o de las dos piernas provocando una marcha penosa. Se tiene que diferenciar los dolores de nervios comprimidos de los dolores por afecciones circulatorias. Los neurológicos molestan casi en todo momento con algunos períodos de calma y por más que el paciente tome un descanso el dolor continúa; en cambio los de origen circulatorio ceden con solo parar de caminar unos pocos minutos, el solo hecho de quedarse mirando una vidriera deteniendo la marcha, como disimulando, alcanza para que los músculos de las piernas se recuperen.
El otro problema es el agobiarse cada vez más, es cierto que es cómodo estar encorvado y enderezarse duele, pero esta postura es un lujo que ninguna persona mayor se puede permitir, en esto influyen principalmente, las cirugías abdominales, la osteoporosis y el miedo a caerse. Eso de mirar el piso en cada paso, no es conveniente, es importante mirar unos metros más delante de forma tal de erguirse un poco más; también en cada paso se debe taconear, sentir el talón y no el antepie, que obligará a enderezar la columna, y si a esto le agrega una espaldera sencilla y algunos ejercicios, logrará mejorar notablemente su porte.
Sepa, por otra parte, que los dolores se alivian notablemente. En esta época hay aparatologías, medicamentos y tratamientos que han superado los antiguos que no otorgaban mejorías, hoy la vida está para disfrutarla y no para sufrirla, su mañana ya es hoy; no demore en atenderse, es lo único que puede hacer hasta que aparezca la píldora milagrosa que lo libre de arrugas y sufrimientos. Hay quienes sospechan que el cuerpo puede durar algunas décadas más que las que ahora viven pero todavía no lo puede lograr por el boicot que el mismísimo hombre le hace a la especie. La medicina no se rinde, lucha, investiga y fracasa, pero algún día sorprenderá a los dioses de la eternidad, aquellos que no saben cuánto tiempo se necesita para envejecer. Por ahora sólo queda la esperanza y así seguirá siendo porque la cosa es sencilla: el hombre no domina el tiempo, él nos domina a nosotros.<


(*) Doctor en kinesiología
y fisiatría

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