Cada tres años se realizan las pruebas PISA, un sistema que evalúa a estudiantes de 15 años de unos 65 países de todo el mundo en ciencias, matemática y lectura, que es organizado por la Organización para la Cooperativa y Desarrollo Económico (OCDE).
En la última edición, se decidió que los resultados correspondientes a Argentina no fueran publicados ya que hubo “técnicamente un error grave”, según lo explicado por el ministro de Educación, Esteban Bullrich.
En ese marco, la subsecretaria de Gestión y Coordinación de Políticas Universitarias, Danya Tavela, señala a Democracia que esta decisión tiene “un impacto muy negativo”, del cual, según su análisis, no se ha tomado con la suficiente valoración.
“Hay una dimensión política sobre lo que implica para un país como Argentina, que está en vías de desarrollo, quedar afuera de una medición internacional de calidad sobre una de las actividades centrales para el desarrollo económico, que es la educación; eso tiene un impacto y lo va a tener a partir del análisis que hacen desde los inversores internacionales, que se verá reflejado en términos de desarrollo y de crecimiento del PBI”, explicó Tavela.
Además, la ex vicerrectora de la Unnoba sostiene que hay otra dimensión de este asunto “que tiene que ver con no contar con información precisa sobre la calidad educativa que tenemos dentro del propio país”. Y profundiza: “Me parece que, si bien no ha habido ninguna intencionalidad política en los errores muestrales, esto sí tiene una implicancia sobre las decisiones que tenemos que tomar como ministerio, como gobierno y como país respecto del posicionamiento de nuestra educación en relación al resto del mundo”.
Para Tavela, “estas dos cosas son importantes para tener en cuenta”, y considera que en estos días “se escuchó poco sobre lo que significa en términos de impacto para el desarrollo económico el hecho de quedar afuera de una medición o que no se publiquen los resultados”.
Desde su análisis, la educación debe ser un eje central para un país que está en vías de desarrollo, y el hecho de que no se puedan publicar los resultados, “no es un dato menor”. Y para graficar el problema, señala: “Durante un tiempo no había datos de inflación y todo el mundo entraba en crisis, ahora no tenemos publicados datos de educación y nadie dice nada. Esto tiene que ver con que no le damos a la educación un lugar preponderante en nuestras decisiones”.
En tanto, la secretaria Académica de la Unnoba, Florencia Castro, coincide en que “el no participar en las muestras a veces parece no tener importancia”, dado que, desde su perspectiva, “es como si a nadie le preocupara si estamos o no en las pruebas PISA”.
Y en ese marco, agrega: “Eso es gravísimo. Es como dice Guillermo Jaim Etcheverry: ‘Si le preguntamos a los padres qué opinan de la educación de los hijos el 70% dice que es muy buena, pero si les preguntamos qué opinan de la educación, el 70% dice que es muy mala’, entonces estamos en una situación en la que no reconocemos que en el país hay un problema educativo”.
Para Castro, el de la educación es un problema social: “Si creemos que la educación es el camino, esa tiene que ser la respuesta para todos y los premios no pueden ser para el que no está educado. Por cualquier otra cosa, premiamos, pero cuando se trata de educación, no le damos importancia. Entonces por qué se la va a dar un chico. Si decimos que la forma de mejorar es la educación, premiemos a los que se esfuerzan, a los que progresan, los que estudian”.
Datos
Más allá de la situación generada con las pruebas PISA este año, Tavela remarca que en marzo de este año van a estar los resultados de las Pruebas Aprender.
Es que en las PISA, la ciudad de Buenos Aires participó de forma independiente de las evaluaciones y sus resultados sí fueron tenidos en cuenta. Es más, hay sectores que cuestionaron el avance significativo que obtuvo la capital del país en este programa.
“La verdad es que eso va a ser contrastable en marzo con lo que surja del Aprender –continúa Tavela–, entonces, si en las pruebas que se hicieron acá da que los chicos son un desastre en Ciencias y en Matemáticas, y en PISA da de otra manera, entonces querrá decir que hay un error”.
Con todo, la funcionaria de la Secretaría de Políticas Universitarias advierte que “las privadas en ciudad de Buenos Aires se mantienen igual y salta mucho en las públicas, que es donde se hizo toda la inversión, pero esto se podrá analizar con detenimiento en marzo cuando tengamos todos los datos, y ahí vamos a ver realmente cuál es la realidad, más allá de la percepción que tenemos todos como padres y de lo coyuntural”.
Cambios en Educación
Las dos especialistas consultadas enfatizan que los cambios en materia de educación se pueden advertir después de años de iniciados los procesos. No obstante, se pueden vislumbrar algunas diferencias de la gestión actual, respecto de la anterior.
“Se están intentando cambios –dice Castro–, la idea del compromiso por la educación, de discutir los problemas y trabajar sobre eso, es importante, veremos después si eso va a redundar en una mejora en la calidad educativa. También me parece destacable garantizar los días de clases, de mejorar el salario docente, o el proyecto de jornada extendida, que hace a la igualdad en la educación”.
Por su parte, Tavela cuenta que el ministerio que encabeza Bullrich está trabajando sobre tres ejes.
Uno es el de continuar con el proceso de inclusión que inició el gobierno anterior, “pero un proceso al que se le está agregando la dimensión de calidad, a los efectos que sea una inclusión real en términos laborales y económicos”. En tal sentido, amplía: “Me refiero que, además de incluir, se deben hacer los cambios curriculares necesarios en el nivel educativo como para que esos chicos tengan las competencias que les permitan acceder al mundo de los estudios superiores, del trabajo y de la economía. Para que puedan seguir progresando. Es decir, una inclusión con calidad y progreso”.
El segundo eje tiene que ver con la formación docente. Para Tavela, “si uno pretende calidad en el modelo de enseñanza aprendizaje, hay que enfocar a quienes imparten las enseñanzas, que son los docentes”. En ese contexto, se está trabajando en el diseño de una carrera docente “que tiene la particularidad que hay que acordar con 24 jurisdicciones”, con lo que se está tratando de tener “por lo menos un lineamiento general sobre la carrera docente”.
Y lo tercero de los ejes que subraya Tavela se refiere a la articulación del sistema, con lo que se trata de imponer la idea de que “la educación es para toda la vida”, que empieza en el nivel inicial “y no termina nunca más”.
Por eso se plantea la implantación de un sistema que permita seguir avanzando dentro del mismo, en donde “terminar una etapa solamente signifique comenzar la siguiente, que haya un sistema integrado, articulado y fortalecido, tanto en términos de las competencias que entregue el nivel anterior para poder asumir la etapa siguiente, como también en términos de flexibilidad necesarias e imprescindibles para estar en el mundo”.
Y para graficar lo que significa esta propuesta, Tavela explica: “A lo mejor estamos siete u ocho años para formar un ingeniero, y cuando esta persona egresa el mundo laboral para el que él empezó a formarse, ya cambió absolutamente. Porque el avance de la tecnología, del conocimiento, de las relaciones socioproductivas es tal, que difiere absolutamente de sus inicios, entonces tenemos que definir qué profesional queremos y cómo lo formamos, que sea más razonable con la realidad con la que se va a encontrar”.

LOS RESULTADOS DE ARGENTINA NO FUERON TENIDOS EN CUENTA EN LÑA ÚLTIMA EDICIÓN
Pruebas PISA: alertan por el impacto de no contar con datos sobre educación
Danya Tavela y Florencia Castro analizan las implicancias de haber quedado afuera de la medición este año. Remarcan que la sociedad no tima con la importancia y la dimensión que tienen los problemas educativos.
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