- Acaba de asumir al frente del Comité Provincia y al mismo tiempo está recorriendo el interior, apoyando a las nuevas autoridades de cada distrito. ¿Cuál cree que es el rol del radicalismo de aquí en más dentro del frente Cambiemos y cuál es el desafío?
- Es un rol protagónico. El radicalismo ha sido fundamental en el armado de Cambiemos y con eso tuvimos la posibilidad de terminar una etapa que a mi criterio ha sido muy negativa y muy complicada para la Argentina, en particular para la provincia de Buenos Aires, con un resultado muy difícil de imaginarse. Muchos preveían una situación similar a lo que hoy ocurre en Venezuela y la alternativa de Cambiemos, con el radicalismo dentro, significó haber culminado esa etapa y abrir una era de esperanza, de expectativas, con muchas dificultades que se están removiendo sobre la base de hacerse cargo de los problemas y no querer ocultarlos. En todo ese proceso, el radicalismo tiene un vicegobernador, legisladores, el presidente del bloque de Cambiemos en la Cámara de Diputados, el vicepresidente de la Cámara de Senadores, funcionarios, pero por sobre toda las cosas posee valores que apuntan a recuperar la potencialidad de esta provincia.
-Sin embargo algunos referentes de la UCR están reclamando un lugar en el gabinete para el radicalismo.
-Bueno, en principio hay un ministerio, pero la verdad que eso es absolutamente secundario. Sí tiene el radicalismo hombres y mujeres con un conocimiento muy profundo de la realidad de la Provincia, de las distintas áreas, pueden aportar ideas y todo los recursos para fortalecer a Cambiemos en el momento que sea necesario. Bajo ningún punto de vista estamos en una disputa, solo nos ocupa el deseo de poner la Provincia de pie, recuperar una educación pública y salud de calidad, un estado presente que garantice igualdad de oportunidades, resolver el tema de la inseguridad que tanto angustia, alentar la producción agropecuaria y también a las pymes, entre otras tareas que estamos llevando adelante.
-Se viene fin de año y hay gente a la que le cuesta llegar a los últimos días del mes, ¿cree que el año que viene finalmente va a arrancar la economía, que se va a generar empleo genuino?
-Gobernar es pensar en el problema hoy y programar hacia adelante. La provincia de Buenos Aires tiene una pobreza estructural de más del treinta por ciento que viene de arrastre, de años de desatención, de falta de políticas, y hoy se está haciendo una inversión en todo lo que es desarrollo social que es realmente importantísima, acompañando a los distintos sectores y organizaciones, fortaleciendo los comedores escolares, el Plan Vida, aumentando las asignaciones familiares, atendiendo con incrementos a los jubilados y pensionados bonaerenses e implementando programas como “El Estado en tu barrio”. Pero también estamos pensando en un país que genere las condiciones para que haya inversión, porque la inversión es producción y la producción es fuente de trabajo.
-Un tema que la sociedad le reconoce a esta gestión es la batalla contra la corrupción y las mafias en la provincia de Buenos Aires.
-Sí, me parece que cuando uno se refiere a temas vinculados con la seguridad, tanto en lo que respecta a la policía como al Servicio Penitenciario, se encuentra con años de políticas erráticas, de mirar para otro lado, que conducen a lo que ha ocurrido. Entonces hay dos caminos: o acordar para que la cuestión se pueda mostrar con una apariencia mejor o tratar de generar el cambio. Nuestro gobierno no vino para administrar una crisis sino para cambiar. Esto significa no tomar las cuestiones como aisladas, porque la seguridad significa policía pero también Servicio Penitenciario y patronatos de liberados que trabajen bien y con infraestructura para monitorear los índices de reincidencia.
-El año que viene hay elecciones, ¿qué va a hacer el radicalismo?
-Realmente es un gran desafío recuperar la potencialidad del país y la Provincia, recuperar valores y toda la capacidad económica de nuestro territorio bonaerense. Nosotros tenemos una provincia que cuenta con extraordinarias tierras, buen clima, universidades, tecnología, gente que quiere crecer y hacen falta gobiernos honestos y con vocación de servicio. Ojalá que desde el radicalismo podamos fortalecer esos valores en Cambiemos y dar una oferta electoral que pueda mostrar una gran gestión, candidatos confiables y conformar un espacio con actitud convocante.
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