EN BARRIO BELGRANO
Se llevaron medio camión de mercadería en mal estado de un supermercado chino
Después de haber sido detectada la existencia de un depósito clandestino y de mercadería vencida y contaminada, ayer se retiró gran cantidad de productos del comercio ubicado en calle Borges, a metros de Siria.
Después de haber sido detectada la existencia de un depósito clandestino y de mercadería vencida y contaminada, ayer se retiró gran cantidad de productos del supermercado Villa Belgrano, ubicado en calle Borges, a metros de Siria.
Ante la mirada de los vecinos, muchos de los cuales se declararon clientes del lugar y estaban más que azorados con lo que observaban, medio chasis de camión fue cubierto con lácteos, pastas, masitas y otros artículos cuyo período de aprovechamiento se había pasado hacía mucho tiempo.
Cabe recordar que todo comenzó cuando personal de la Dirección General de Bienestar Animal, Zoonosis y Bromatología detectó un depósito clandestino con mercadería vencida y contaminada en un supermercado de origen oriental.
Debido al mal estado en el que se encontraban los productos y a la peligrosidad que representaba eso para la salud pública, se decidió la inmediata destrucción de los artículos.
Julio Ferrero, a cargo de la Dirección General, y Hernán Ceci, director del área de Bromatología, brindaron detalles de lo sucedido.
Ceci comenzó contando que “se trata de un comercio de origen oriental, y en el marco de los operativos de inspección que realizamos diariamente, llegamos a un supermercado donde encontramos algunas irregularidades y solicitamos a su dueño que debía subsanarlas inmediatamente”.
“A los cuatro días volvimos para constatar si habían solucionado lo que le habíamos solicitado, y en esta nueva visita vimos que detrás de una cámara había un motor que pasaba la medianera, hacia una casa lindera. Consultamos sobre esta cuestión y nos dijeron que esa casa no tenía nada que ver con ellos, les explicamos que eso no era legal e igualmente continuaban con la postura de negar algún vínculo con esa propiedad”, agregó.
El director de Bromatología sostuvo que “en ese momento nos contactamos nuevamente con el abogado del supermercado, para decirle que era necesario controlar ese lugar y que necesitábamos que nos abrieran. Nadie nos daba respuesta a este requerimiento y fue ahí cuando decidimos contactarnos con el fiscal de turno, en este caso Carlos Colimedaglia, porque queríamos saber que había en ese lugar y afortunadamente el fiscal se apersonó a los poco minutos y ordenó abrir el lugar”.
“La sorpresa fue tal, que cuando pudimos ingresar a esta propiedad nos encontramos con un depósito lleno de mercadería vencida, que supuestamente era para cambio, pero que tenía vencimiento desde los años 2012, 2013, y una gran cantidad de pastas secas cubierta de excremento de roedores”, dijo.
Ante este panorama, Ceci dijo que “por tal motivo, y para resguardo de los consumidores de Junín, decidimos secuestrar toda esa mercadería más todos los productos vencidos y previa puesta en conocimiento de la situación a la Dra. Nora Serafino, Juez de Faltas municipal, nos ordenó la destrucción de todos ellos".
Ante la mirada de los vecinos, muchos de los cuales se declararon clientes del lugar y estaban más que azorados con lo que observaban, medio chasis de camión fue cubierto con lácteos, pastas, masitas y otros artículos cuyo período de aprovechamiento se había pasado hacía mucho tiempo.
Cabe recordar que todo comenzó cuando personal de la Dirección General de Bienestar Animal, Zoonosis y Bromatología detectó un depósito clandestino con mercadería vencida y contaminada en un supermercado de origen oriental.
Debido al mal estado en el que se encontraban los productos y a la peligrosidad que representaba eso para la salud pública, se decidió la inmediata destrucción de los artículos.
Julio Ferrero, a cargo de la Dirección General, y Hernán Ceci, director del área de Bromatología, brindaron detalles de lo sucedido.
Ceci comenzó contando que “se trata de un comercio de origen oriental, y en el marco de los operativos de inspección que realizamos diariamente, llegamos a un supermercado donde encontramos algunas irregularidades y solicitamos a su dueño que debía subsanarlas inmediatamente”.
“A los cuatro días volvimos para constatar si habían solucionado lo que le habíamos solicitado, y en esta nueva visita vimos que detrás de una cámara había un motor que pasaba la medianera, hacia una casa lindera. Consultamos sobre esta cuestión y nos dijeron que esa casa no tenía nada que ver con ellos, les explicamos que eso no era legal e igualmente continuaban con la postura de negar algún vínculo con esa propiedad”, agregó.
El director de Bromatología sostuvo que “en ese momento nos contactamos nuevamente con el abogado del supermercado, para decirle que era necesario controlar ese lugar y que necesitábamos que nos abrieran. Nadie nos daba respuesta a este requerimiento y fue ahí cuando decidimos contactarnos con el fiscal de turno, en este caso Carlos Colimedaglia, porque queríamos saber que había en ese lugar y afortunadamente el fiscal se apersonó a los poco minutos y ordenó abrir el lugar”.
“La sorpresa fue tal, que cuando pudimos ingresar a esta propiedad nos encontramos con un depósito lleno de mercadería vencida, que supuestamente era para cambio, pero que tenía vencimiento desde los años 2012, 2013, y una gran cantidad de pastas secas cubierta de excremento de roedores”, dijo.
Ante este panorama, Ceci dijo que “por tal motivo, y para resguardo de los consumidores de Junín, decidimos secuestrar toda esa mercadería más todos los productos vencidos y previa puesta en conocimiento de la situación a la Dra. Nora Serafino, Juez de Faltas municipal, nos ordenó la destrucción de todos ellos".