IMPORTANTE OBRA
El comedor Narigueta refaccionó parte de su sede para ampliar y mejorar el servicio
Con la ayuda de “Caminantes”, una agrupación capitalina que se vincula con instituciones solidarias, la entidad de calle Larrory convirtió un antiguo patio en una sala donde se darán clases de apoyo escolar, según adelantaron sus responsables.
El comedor Narigueta, situado en calle Larrory al 1200, acaba de concluir una obra que permitirá ampliar y mejorar el actual servicio que brinda a unos cien chicos juninenses.
Se trata de la renovación del patio de la institución, que fue convertido en una especie de salón galería que servirá para dictar clases de apoyo escolar, según adelantaron Margarita y Daniel, el matrimonio a cargo de la entidad.
“Esto era un patio y ahora está techado. Aparte del servicio de comedor que damos habitualmente, tenemos pensado ofrecer clases de apoyo escolar, no solamente los sábados sino también los miércoles”, comentó Margarita.
Para que este proyecto se ejecutara fue crucial la ayuda de “Caminantes”, una agrupación capitalina que se vincula con instituciones solidarias.
Juan, uno de los miembros de esa entidad, explicó que “Caminantes” es una organización que “arrancó por intermedio de dos chicos que empezaron a darle de comer a una persona que estaba en situación de calle”.
“A partir de ahí nos sumamos nuevos integrantes y con el correr del tiempo logramos darle de comer a más de 150 personas por viernes. Los asistimos con comida, también con ropa, y los tratamos de motivar a que cambien la situación por la que están pasando. Hemos visto resultados increíbles”, afirmó.
A continuación relató: “Lo que hacemos en lugares como Nariguetas, a los que llamamos puntos de acción, es contactarnos con gente que por ahí necesita una mano y así fue como llegamos a Margarita y Daniel. Lo primero es chequear el lugar y ver cómo les podemos dar una mano, principalmente porque los recursos que nosotros tenemos nacen de los chicos que trabajan con nosotros y de nuestros familiares. No tenemos apoyo político ni institucional”.
“Cuando empezamos a charlar con ellos les dijimos que la obra iba a depender de lo que pudiéramos conseguir y la verdad que en un mes y medio obtuvimos el dinero para poder revocar. Les mandamos los materiales y Daniel con un grupo de colaboradores del barrio hizo el trabajo; nosotros vinimos a pintar y a aplicar los últimos detalles. Lo más importante es lo que vamos a hacer hoy (por ayer), que es un festejo por el Día del Niño, donde vamos a estar con ellos y sembrar un poco de todo lo que hacemos y contagiarlos, que sean capaces de cambiar su situación a partir de una palabra o un gesto de amor”, comentó Juan.
“Caminantes” tiene base en Congreso y la mayoría de sus componentes están radicados en el Gran Buenos Aires. “Hay chicos que para poder ayudar viajan tres horas en colectivo por ejemplo”, expresó.
La ayuda del Rotary
La obra también contó con la colaboración del Rotary Club Junín. Haydée, integrante de esa institución, señaló: “Tratamos de ayudarlos en lo que más podemos, en lo que nos pide Margarita y cuando estos chicos vinieron lo único que nos solicitaron fue un lugar para dormir. Por intermedio de la Municipalidad de Junín conseguimos el sitio para que ellos pudieran pernoctar”.
Se trata de la renovación del patio de la institución, que fue convertido en una especie de salón galería que servirá para dictar clases de apoyo escolar, según adelantaron Margarita y Daniel, el matrimonio a cargo de la entidad.
“Esto era un patio y ahora está techado. Aparte del servicio de comedor que damos habitualmente, tenemos pensado ofrecer clases de apoyo escolar, no solamente los sábados sino también los miércoles”, comentó Margarita.
Para que este proyecto se ejecutara fue crucial la ayuda de “Caminantes”, una agrupación capitalina que se vincula con instituciones solidarias.
Juan, uno de los miembros de esa entidad, explicó que “Caminantes” es una organización que “arrancó por intermedio de dos chicos que empezaron a darle de comer a una persona que estaba en situación de calle”.
“A partir de ahí nos sumamos nuevos integrantes y con el correr del tiempo logramos darle de comer a más de 150 personas por viernes. Los asistimos con comida, también con ropa, y los tratamos de motivar a que cambien la situación por la que están pasando. Hemos visto resultados increíbles”, afirmó.
A continuación relató: “Lo que hacemos en lugares como Nariguetas, a los que llamamos puntos de acción, es contactarnos con gente que por ahí necesita una mano y así fue como llegamos a Margarita y Daniel. Lo primero es chequear el lugar y ver cómo les podemos dar una mano, principalmente porque los recursos que nosotros tenemos nacen de los chicos que trabajan con nosotros y de nuestros familiares. No tenemos apoyo político ni institucional”.
“Cuando empezamos a charlar con ellos les dijimos que la obra iba a depender de lo que pudiéramos conseguir y la verdad que en un mes y medio obtuvimos el dinero para poder revocar. Les mandamos los materiales y Daniel con un grupo de colaboradores del barrio hizo el trabajo; nosotros vinimos a pintar y a aplicar los últimos detalles. Lo más importante es lo que vamos a hacer hoy (por ayer), que es un festejo por el Día del Niño, donde vamos a estar con ellos y sembrar un poco de todo lo que hacemos y contagiarlos, que sean capaces de cambiar su situación a partir de una palabra o un gesto de amor”, comentó Juan.
“Caminantes” tiene base en Congreso y la mayoría de sus componentes están radicados en el Gran Buenos Aires. “Hay chicos que para poder ayudar viajan tres horas en colectivo por ejemplo”, expresó.
La ayuda del Rotary
La obra también contó con la colaboración del Rotary Club Junín. Haydée, integrante de esa institución, señaló: “Tratamos de ayudarlos en lo que más podemos, en lo que nos pide Margarita y cuando estos chicos vinieron lo único que nos solicitaron fue un lugar para dormir. Por intermedio de la Municipalidad de Junín conseguimos el sitio para que ellos pudieran pernoctar”.