Los católicos celebraron ayer el día de la Virgen de Luján, pero las misas oficiales de la Iglesia tendrán lugar este lunes dado que hoy la liturgia recuerda la Ascensión de Jesús al cielo. El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Aurelio Poli, presidió a las 11:30 en la catedral metropolitana de Buenos Aires una misa por el inicio de las causas de beatificación de los dos grandes apóstoles de la Virgen de Luján: el Negro Manuel y el sacerdote vicentino Jorge María Salvaire.
En tanto, el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani realizó el anuncio público de la apertura del proceso canónico para beatificar y canonizar al Negro Manuel y el padre Salvaire, en una misa que tuvo lugar en la tarde del domingo en la basílica de Luján.
Historia de la virgen de Luján
En 1875 el padre Jorge María Salvaire, sacerdote lazarista de origen francés, predicaba el Evangelio a las tribus del desierto cuando, reducido a prisión por los aborígenes, fue condenado a morir. Su invocación a la Virgen de Luján le salvó milagrosamente la vida y en prueba de su agradecimiento está la gran Basílica en plena llanura pampeana.
El Negro Manuel, africano, dedicó su vida al servicio de la Virgen de Luján, imagen que cuidaba en el aseo y decencia de su altarcito. Se aplicaba con tanta solicitud que nunca tenía a su imagen sin luz ardiente, la sirvió hasta 1671, o sea, durante 40 años con suma paz y alegría.
La Virgen de Luján es patrona de la Argentina, Uruguay y Paraguay.
Se espera que todos los años la iglesia de Luján se continue vistiendo de gala para la celebración de la santa patrona.
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