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EL CAMPO, MOTOR ECONÓMICO DE LA REGIÓN

Por la cosecha de grano grueso ingresarán más de 1.300 millones de pesos al Distrito

Exponentes del ámbito agrario aseguran que la campaña de maíz y soja en los campos juninenses no tendrá los mejores rendimientos históricos pero será “muy buena”. "Los productores están desesperados esperando la cosecha para hacerse de unos pesos", dijo Torello.

“En esta zona, el campo es el motor de la economía”, suele repetirse con frecuencia, y mucho más cuando se aproxima la instancia de cosecha.
Esa afirmación puede estar acompañada de un tono preocupado, si las perspectivas son negativas, o ser proferida con entusiasmo, en caso de que el escenario sea favorable.
La trilla de maíz y soja que se está iniciando por estos días está mucho más cerca del segundo grupo, o sea de aquellas que generan grandes esperanzas no solo en los productores agrarios sino en el comercio y la industria, ávidos de un nutrido flujo de divisas.
Exponentes del ámbito agropecuario consultados por Democracia aseveraron que la cosecha en Junín será muy buena y hasta estimaron que generará ingresos por más de mil trescientos millones de pesos al Distrito.
El cálculo se desprende del rendimiento promedio que se espera en los campos donde se efectuará la trilla de ambas plantaciones y representa la ganancia global bruta, es decir, despojada de la situación individual de cada productor y de los posteriores gastos que deberán afrontar los chacareros en concepto de insumos, arrendamientos y otras erogaciones encaradas meses atrás, en el inicio de la campaña de grano grueso.

Buenas perspectivas
Rafael Torello, ex presidente de la Sociedad Rural de Junín, advirtió que los rindes “no llegarán a ser excepcionales debido a los grandes calores que hubo en enero”, un exceso de temperatura que “para colmo se complementó con falta de lluvias”.
“De todos modos, la perspectiva es de buena a muy buena y los productores están desesperados esperando la cosecha para hacerse de unos pesos”, señaló Torello en declaraciones a Democracia.
Torello indicó que la performance de los maíces de primera se ubicará en torno a los ochenta u ochenta y cinco quintales (ocho mil u ocho mil quinientos kilos por hectárea) y la soja de primera, de treinta y cinco a cuarenta quintales (tres mil a tres mil quinientos kilos por hectárea).   En cuanto a los cultivos de segunda, si la situación no se complica por abundancia de lluvias u otro factor climático, la soja arrojará un rendimiento de entre 25 y 30 quintales y los maíces darán cerca de ochenta quintales la hectárea.

Más de 1.300 millones de pesos

Con esas cifras, si se toma en cuenta que en Junín hay unas ochenta mil hectáreas de soja de primera, a ellas habría que multiplicarle 3,5 toneladas y a su vez efectuar otra multiplicación por 3.400 pesos, que es el valor actual de ese cereal, lo que da un total de 952 millones de pesos.
En el caso del maíz, sabiendo que el partido de Junín dispone de una superficie de veinte mil hectáreas, multiplicadas por 8,5 y, a su vez,  por 2.400, que es el valor de la tonelada en pesos. El resultado da 374 millones de pesos.

Sector esperanzado

Por su parte, Gustavo Ratto señaló que “este año el clima acompañó, al igual que en 2015,  con lluvias oportunas en el momento en que más lo necesitaban los cultivos, así que para mí los rindes de esta próxima cosecha van a ser muy buenos, tanto en soja de primera como en maíz de primera. A lo mejor la soja de segunda fue la que más sufrió pero se ha recuperado luego de las últimas precipitaciones”.  
Ratto consideró que “el factor económico influyó mucho” en la siembra de maíz, ya que “los costos no daban”, pero indicó que “después del cambio de gobierno la gente se animó a sembrar maíz de segunda o tardío, lo que provocó que aumentara de manera sensible la superficie sembrada con ese cultivo”. “La presencia de la soja es prácticamente la misma que la del año pasado”, diferenció.
En tanto, para el ingeniero Juan José Cavo, ex jefe del Inta,  el panorama es bastante bueno tanto en los lotes de soja como en los de maíz. “Puede haber una muy buena cosecha de soja de primera y de segunda, al igual que de maíz”, indicó.
Cavo sostuvo: “Como hay una buena humedad en el perfil del suelo, las perspectivas son bastante buenas. No digo excelentes porque las inundaciones del invierno fueron catastróficas y algo de ese perjuicio todavía queda. Inclusive estaba faltando agua, hasta de las últimas lluvias, en diciembre y enero llovió muy poco, lo que contribuyó mucho a que se fuera el agua que había en los bajos”.

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