A la espera de una eventual devaluación del peso el mes que viene, los productores siguen sosteniendo la cosecha y liquidan los granos por goteo sólo para cubrir sus gastos fijos, por lo que la semana pasada ingresaron sólo 116 millones agrodólares.
En la semana que fue del 9 al 13 de noviembre, las empresas agroexportadoras ingresaron al país unos 116.155.803 dólares, con lo que alcanzaron los 17.653 millones de dólares desde el primer día del año.
Así lo precisaron la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan un tercio de las exportaciones argentinas.
Muchos productores decidieron mantener los granos en silobolsas en medio de un clima de fuerte especulación por la posible devaluación del peso en un eventual gobierno de Mauricio Macri a partir del 10 de diciembre.
Ante esa situación, derivada de la escasa rentabilidad actual -por dólar oficial planchado y retenciones- fueron entonces unos 15 millones de dólares menos los liquidados que en la semana previa, cuando las empresas habían ingresado unos 131 millones de dólares.
La liquidación de divisas está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados ya sea en su mismo estado o como productos procesados, luego de una transformación industrial.
En Junín, los productores se alinean detrás de esa lógica y no tocan nada a no ser que la necesidad de saldar alguna urgencia se los exija.
Rafael Torello, ex presidente de la Sociedad Rural local, dejó en claro que esa estrategia por parte de los chacareros “es algo natural” y agregó que “el que no lo hace es un suicida.”
“Si un trabajador sabe que dentro de un mes le sacan las retenciones y le mejoran un veinticinco o treinta por ciento el precio, es como hacer una cuenta de dos más dos, sabés que va a dar cuatro. Si me dicen que a la soja, trigo, maíz o girasol le van a quitar el veinte por ciento de retenciones y que en vez de ganar ochenta pesos voy a recibir cien, o sea un veinticinco por ciento, y si a eso le agrego que el dólar puede irse de $9,50 a $12 (es decir, un veinticinco por ciento más), obviamente que todo influye en el análisis. Por eso se está vendiendo en cuentagotas total”, expresó Torello al ser consultado por Democracia.
Torello remarcó que tal como está dado el escenario político-económico actual, el chacarero opta por no vender “y volcarse a la ganadería si es que cuenta con bienes de esa especie y no tiene reservas y si no empezar a usar créditos”.
“No es especulación, son razones lógicas, porque si a uno le dicen que entrando a trabajar este mes a un lugar le pagan quinientos pesos y si ingresa el mes que viene le van a dar ochocientos pesos, va a esperar al mes que viene. Y con la venta de cereales pasa lo mismo”, razonó el ex titular ruralista.
En gran parte, ese análisis fue compartido por el titular en Junín de la Federación Agraria Argentina, Oscar Aguirre. “Justamente es un tema que se trató en el congreso anual y quedó de manifiesto que los que pueden aguantar, habiendo ya cancelado todas sus deudas, no quieren vender porque están viendo si después el Gobierno devalúa la moneda”, le confió el dirigente a Democracia.
Clima expectante
En el plano nacional, muchos productores decidieron mantener los granos en silobolsas
en medio de un clima de expectativa ya que, “según se interpreta, con una unificación de cambio, el dólar tomaría un valor distinto”, ante una eventual presidencia de Mauricio Macri, explicó a la agencia NA el economista jefe de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Ernesto Ambrosetti.
Mientras que evaluó que de ganar el candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, se “podría acelerar la devaluación diaria”.
Ante esa situación, derivada de la escasa rentabilidad actual -por dólar oficial planchado y retenciones- fueron entonces unos 15 millones de dólares menos los liquidados que en la semana previa, cuando las empresas habían ingresado unos 131 millones de dólares.
La liquidación de divisas está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados, sea en su mismo estado o como productos procesados, luego de una transformación industrial.
Lo cierto es que la consigna que comenzó a correr de boca en boca entre productores fue la de detener la venta de soja y otros granos hasta el 10 de diciembre, ya que podrían obtener más divisas con las medidas económicas que tome el nuevo gobierno.
EL CAMPO, ENTRE LA ESTRATEGIA Y LA ESPECULACIÓN
Productores locales venden cereal en cuentagotas ante posible devaluación
Distintos referentes del sector señalaron que solo se están deshaciendo de los bienes cuya comercialización les permite saldar alguna urgencia financiera o mantener el nivel de vida, pero que el grueso de la producción está guardado.
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