¡Siento que vuelvo a nacer! Hoy vi en los medios que un grupo de juninenses se acordó de mí. Mi corazón empezó a latir sin parar, se me llenó de alegría. No sé si podré compartir la emoción que ahora me invade.
¡Se acordaron de mí! Hace cinco años que estoy agonizando, olvidado. Hace casi diez que me abandonaron. Muchos decían que ya no sirvo. Que soy viejo, grande, incómodo... y hasta triste. Primero dejaron de visitarme, después directamente me ignoraron.
Después de haberles dado tanto, no podía creer que mi destino fuera convertirme en un Bingo, en un supermercado chino. Cada vez que escuchaba algo así, realmente prefería el derrumbe.
En lo profundo de mi corazón siempre hubo una esperanza encendida: “Alguien, algún día, se acordará de mí como lo que fui, como lo que soy: un ícono de la cultura de Junín”.
Cine... Teatro... Centro Cultural... ¡Eso quiero volver a ser! ¿Qué les pasa a las autoridades? ¿Ya se olvidaron del glorioso Cine de los estrenos? ¿De artistas como Sandro, Charly, Spinetta, Joaquín Sabina, Julio Boca, Estela Raval, Los Chalchaleros? ¿Los pibes no recuerdan las tardes con Carlitos Balá, Piñón o los Backyardigans?
Los extraño mucho. Estoy orgulloso de lo que fui y quiero volver a serlo. Seguramente más moderno, reformado, más funcional ¡Pero un espacio donde se respire cultura! Ayúdenme, no permitan que me conviertan en otra cosa que nos haga menos felices a todos ¿Sabes por qué? Porque si me matan a mi matan una gran parte de la historia y la cultura de nuestro pueblo. Ayudame, quiero seguir de pie. Quiero seguir siendo cultura.
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