Israel lanzó ayer decenas de bombardeos en Líbano, tras prometer una “respuesta contundente” a los disparos reivindicados por el grupo extremista libanés Hezbolá contra una posición militar israelí, el primer ataque del movimiento desde la entrada en vigor la semana pasada de un frágil cese el fuego.
Israel y Hezbolá se acusaron durante la jornada de violar la tregua que entró en vigor el miércoles pasado, tras dos meses de guerra que dejaron miles de muertos y obligaron a muchas personas a huir de sus hogares en ambos lados de la frontera.
El ejército israelí afirmó en un comunicado que “atacó a terroristas de Hezbolá, decenas de lanzaderas e infraestructuras terroristas en todo el Líbano” y exigió que “las partes pertinentes en el Líbano cumplan con sus responsabilidades e impidan la actividad hostil de Hezbolá”.
El Ministerio de Salud libanés reportó que al menos nueve personas murieron en bombardeos israelíes en el sur del país, en un balance preliminar, después de que la agencia oficial NNA informara que se registraron ataques en Jbaa”, a unos 20 kilómetros de la frontera, y dos aldeas aledañas.
El ejército israelí informó ayer que “está atacando objetivos terroristas en Líbano”, después de que el movimiento libanés reivindicara un primer ataque contra una posición militar israelí desde el inicio de la tregua el 27 de noviembre y que el Estado hebreo prometiera responder.
Desde la entrada en vigor de la tregua, los combates cesaron en gran medida, con la excepción de algunos bombardeos que Israel lanzó contra posiciones que, afirmaba, eran violación del acuerdo. Pero Hezbolá no había anunciado ninguna respuesta.
El movimiento libanés proiraní reivindicó disparos contra una posición israelí en “las colinas ocupadas de Kfar Shuba”, que el Líbano reclama como parte de su territorio, situado en la frontera con la meseta siria de los Altos del Golán, anexionada por Israel. El ataque fue “una primera respuesta defensiva” ante las “violaciones” de la tregua por parte de Israel, señaló en un comunicado.
El ejército israelí dijo a su vez que Hezbolá había disparado “dos proyectiles” hacia Har Dov, el nombre en hebreo para una zona conocida internacionalmente como Granjas de Sheba.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, rechazó inmediatamente estas acusaciones y acusó por su parte a Hezbolá de “grave violación” de la tregua, prometiendo responder “con contundencia”. Antes de que Israel anunciara que estaba atacando objetivos en Líbano, el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, aliado de Hezbolá, acusó al Estado hebreo de haber violado el acuerdo para un cese el fuego “al menos en 54 ocasiones”.
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