El ejército ruso reclutó a “cientos” de combatientes de Yemen, de acuerdo con el informe de un medio internacional y ellos combaten contra Ucrania, al igual que los soldados de la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte).
En tanto, Moscú continuaría pagando caro en términos de bajas sus ganancias de territorio en el este de Ucrania.
A los ciudadanos yemeníes se les prometieron altos salarios y la ciudadanía antes de viajar a Rusia para ser “incorporados por la fuerza al ejército de Moscú y enviados al frente en Ucrania”, informó el Financial Times el domingo.
El viaje fue facilitado por una empresa vinculada a los rebeldes hutíes de Yemen. El medio Newsweek Internacional se comunicó con el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso para obtener comentarios por mail ya que “no está claro cuán cercana es Rusia con los hutíes, que mantienen el control de franjas del país devastadas por la guerra civil”.
Las tácticas del Kremlin
Según el informe de Newsweek Internacional, “el Kremlin recurre en gran medida a las llamadas tácticas de picadora de carne, que generaron un elevado número de bajas entre sus soldados de infantería que son lanzados hacia las defensas de Ucrania”.
Las cifras ucranianas sitúan el número total de soldados rusos muertos y heridos en más de 730.000, una cifra que no pudo ser verificada de forma independiente. Del otro bando, Ucrania también está luchando por encontrar la manera de mantener sus fuerzas armadas.
Según los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Ucrania y Corea del Sur, se desplegaron más de 10.000 soldados norcoreanos en Kursk. El artículo abunda luego en que Rusia utilizó “mercenarios” para reforzar su personal en las líneas del frente durante toda la guerra, como los del Grupo Wagner, compañía militar privada, en la jerga del Kremlin.
Por otra parte, la agencia de inteligencia militar ucraniana GUR ha dicho que Rusia había reclutado ciudadanos sirios para su ejército.
Esos combatientes recibieron entrenamiento cerca de la ciudad siria de Alepo antes de dirigirse a la base aérea Khmeimim, al suroeste de la ciudad, y luego a territorio ruso, precisó la GUR en una declaración pública en febrero.
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