MOSCÚ
El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó ayer que el conflicto en Ucrania tiene ya visos de guerra “mundial” y aseguró que no descarta golpear a las potencias occidentales que suministran a Kiev armas empleadas para atacar a Rusia. Estas amenazas se producen tras una jornada de extrema tensión, durante la cual Rusia disparó contra el territorio ucraniano un misil de mediano alcance de última generación, diseñado para portar una ojiva nuclear pero que llevó cargas explosivas convencionales.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, demostró que este disparo es un acto de un “vecino enloquecido”, que usa a Ucrania como “terreno de ensayo” militar.
Ucrania había acusado poco antes a Rusia de haber atacado Dnipro, en el centro-este, con un proyectil con “todas” las características de un misil intercontinental, algo inédito en más de dos años y medio de guerra.
Putin confirmó, en un breve discurso televisivo, que Rusia había disparado contra Ucrania un nuevo tipo de misil balístico hipersónico en su “configuración desnuclearizada”, en respuesta a los bombardeos ucranianos con misiles occidentales contra territorio ruso.
El ataque tuvo como objetivo “un emplazamiento del complejo militar-industrial ucraniano”, precisó.
Zelenski lamentó en redes sociales que hasta el momento la comunidad internacional no haya dado “una reacción contundente” a ese disparo. “Debemos reaccionar. Debemos presionar. Debemos empujar a Rusia hacia una paz real, que sólo es posible mediante la fuerza”, agregó.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró que Rusia avisó a Estados Unidos con una antelación de 30 minutos sobre su intención de disparar un misil hipersónico.
RUSIA ESTÁ EN LA “LISTA”
En su discurso, de menos de 10 minutos, Putin denunció dos recientes bombardeos ucranianos contra territorio ruso con misiles estadounidenses ATACMS y británicos Storm Shadow.
Estados Unidos autorizó el domingo a Kiev el uso de esas armas para atacar territorio ruso, pese a las advertencias de Rusia, que había esgrimido la amenaza nuclear.
“Desde el momento en que se disparan estos misiles contra Rusia, y como habíamos indicado en reiteradas ocasiones, el conflicto provocado por Occidente en Ucrania adquirió elementos de carácter mundial”, declaró Putin.
“Nos consideramos con derecho a usar nuestras armas contra instalaciones militares de aquellos países que permiten usar sus armas contra nuestras instalaciones”, advirtió.
Además de los misiles ATACMS estadounidenses, los ucranianos disponen de misiles de crucero Storm Shadow/Scalp franco-británicos suministrados por estos dos países.
Putin declaró además que Rusia está preparada para cualquier escenario, tanto frente a Ucrania como frente a las potencias occidentales.
El uso de un misil balístico de alcance medio contra Ucrania “es una nueva evolución preocupante”, afirmó el portavoz del secretario general de la ONU.
Los misiles ATACMS tienen un alcance de 300 km y los Storm Shadow/Scalp de más de 250 km, mientras que los misiles de alcance medio, como el disparado por Rusia, pueden llegar a los 5.500 km.
SOLDADOS NORCOREANOS
Ya antes de que Putin confirmara el disparo, el Ministerio francés de Relaciones Exteriores afirmó que, de ser cierto, sería un hecho “extremadamente grave”.
La Unión Europea y el Reino Unido subrayaron que se trataría de una “escalada” por parte de Moscú.
Ucrania reclamaba desde hacía tiempo autorización para utilizar esas armas, en vistas a atacar bases desde las cuales Rusia la bombardea. Pero sus aliados le denegaban el permiso por temor a la reacción de Moscú, que lo presentaba como una línea roja. Según medios occidentales, Estados Unidos y Reino Unido finalmente dieron el visto bueno, en respuesta al despliegue de millas de soldados norcoreanos en apoyo a las tropas rusas.
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