La nueva administración del presidente electo Donald Trump está preparada para realizar una serie de cambios que afectarán la economía, los negocios, los mercados, el medio ambiente y la política exterior de Estados Unidos.
Aunque los republicanos ganaron el control del Senado, la Cámara de Representantes siguió en juego, y una victoria demócrata en esa cámara podría generar obstáculos a la agenda de Trump, quien hizo de las deportaciones masivas una promesa destacada de su campaña, y su equipo de transición ya está trabajando para intentar convertir esa propuesta en realidad.
El presidente electo ha dicho que reactivará importantes políticas de su primer mandato, incluida la prohibición de viajes a países de mayoría musulmana (cuya lista probablemente se ampliará) y la ley Permanecer en México, que requiere que los migrantes que piden asilo vivan fuera del país mientras duren sus casos.
La elección hace probable que haya recortes de impuestos. En su campaña, se basó en una serie de lemas para reducir los impuestos: ningún impuesto a las propinas, ningún impuesto a las horas extras, ningún impuesto a los beneficios de la Seguridad Social. Las propuestas se suman a los planes de Trump de extender los recortes de impuestos que promulgó en 2017 y que expirarán a fines de 2025.
La mayor pregunta de seguridad nacional que se cierne sobre Trump es si su visión del mundo de “Estados Unidos primero” resultará superior al consenso bipartidista posterior a la Segunda Guerra Mundial o si aislará a Estados Unidos en el escenario mundial y dejará un vacío peligroso en el exterior. El camino a seguir en las relaciones entre Estados Unidos y China tras la victoria de Trump es complicado, ya que ha dicho que va a imponer aranceles generalizados del 60% para frenar la maquinaria exportadora del país. Si se imponen, es probable que desencadenen represalias agresivas.
Los analistas esperan que Trump reduzca las regulaciones, incluidas las relativas a las emisiones de metano. Eso podría reducir los costos para las empresas de combustibles fósiles, pero es un posible obstáculo para las empresas que exportan productos a mercados con normas estrictas sobre emisiones. También se perfilan como objetivos potenciales para la administración Trump las normas de eficiencia de combustible y emisiones para automóviles y camiones, y los límites de gases de efecto invernadero para las nuevas plantas de energía.
Trump ha prometido proteger Medicare y reducir los costos de la atención médica en general. A pesar de su ambición anterior de derogar y reemplazar la Ley de Atención Médica Asequible, ahora dice que planea mantenerla y mejorarla. Trump también ha adoptado la agenda “Make America Healthy Again” (Hagamos que Estados Unidos vuelva a ser saludable).
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