El rey Carlos III participó en una ceremonia tradicional samoana en la que tomó una bebida narcótica frente a locales tatuados y con el torso desnudo en sus preparativos para ser nombrado “gran jefe” de esta isla del Pacífico.
El monarca británico realiza una gira de 11 días por sus territorios de Australia y Samoa, el primer gran viaje al extranjero desde que le diagnosticaron cáncer a comienzos de este año. Con un atuendo de color crema estilo safari, el rey de 75 años se sentó en un escenario situado frente a una casa comunal de madera, donde le ofrecieron medio coco relleno de una bebida local ligeramente narcótica conocida como “ava”.
Junto a su esposa, la reina Camila, Carlos pronunció las palabras: “Dios bendiga este ava” antes de llevarse la pócima a los labios entre aplausos de los asistentes.
Gran parte de la población local está ilusionada con la primera visita del monarca a esta paradisíaca isla que antes fue una colonia británica.
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