Misión: romper el empate en las encuestas a falta de dos semanas para las elecciones. Kamala Harris cortejó ayer a los republicanos moderados en el “cinturón de óxido” y Donald Trump a los indecisos en zonas devastadas por el huracán Helene en Carolina del Norte.
La vicepresidenta y candidata demócrata a la Casa Blanca recorrió parte de Pensilvania, Michigan y Wisconsin, en el este del país, acompañada por la excongresista republicana Liz Cheney, una adversaria a ultranza de Trump.
En estos comicios “tenemos la oportunidad de decir” que “vamos a rechazar la crueldad”, “la especie de vil vitriolo” y “la misoginia que hemos visto en Donald Trump Y JD Vance”, su compañero de fórmula, afirmó Cheney en un acto electoral en Pensilvania.
Fuera de lugar
El campo demócrata ha endurecido las críticas contra el expresidente y candidato republicano, a quien acusa de comportamiento “errático”.
El pasado fin de semana el millonario ha dejado boquiabiertos a muchos con comentarios groseros, como cuando mencionó el “increíble” pene del fallecido golfista Arnold Palmer y llamó a Harris “vicepresidenta de mierda”.
Después tratar de seducir a los obreros el sábado y freír papas en un McDonald's el domingo, el magnate de 78 años puso rumbo ayer a Carolina del Norte.
En este Estado devastado por el paso del huracán Helene repitió teorías conspirativas que acusan al gobierno del presidente Joe Biden y a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) de redirigir los fondos para desastres para traer migrantes ilegales y reforzar los votos demócratas.
“Así que creo que es una vergüenza lo que pasó con FEMA, lo que pasó con su esfuerzo de rescate. Su esfuerzo de rescate fue casi inexistente”, dijo Trump, flanqueado por funcionarios locales que no le llevaron la contraria.
“Una amenaza”
Y volvió a atacar a Harris. “No creo que esté cualificada para presentarse. Creo que es una amenaza para nuestra democracia”, afirmó.
Ella hizo otro tanto: “Es un hombre poco serio, pero las consecuencias de que sea presidente de Estados Unidos son brutalmente serias. Hay cosas que dice que serán objeto de sketches, risas y chistes, pero las palabras tienen significado”, sostuvo en Pensilvania.
Según cifras publicadas ayer, el equipo de campaña de Harris gastó 270 millones de dólares en septiembre, frente a 78 millones del de Trump.
La vicepresidenta, que cumplió 60 años el domingo, ha recaudado más de mil millones de dólares desde su entrada en campaña en julio, tras la retirada del presidente Biden, algo nunca visto para un trimestre, informó el New York Times.
Harris también se benefició del poder de las estrellas para aumentar las donaciones. El equipo de la vicepresidenta afirma que recaudó 55 millones de dólares en un fin de semana de finales de septiem bre en el que realizó una campaña de recaudación de fondos en California. Recaudó 28 millones de dólares en un evento en Los Ángeles que contó con la presencia de estrellas como Jessica Alba, Lily Tomlin y Stevie Wonder. También recaudó 27 millones en un acto celebrado en San Francisco, al que asistió la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi.
A la vista de los sondeos, esta ventaja financiera no se traduce en capital electoral.
En los siete Estados clave para las elecciones presidenciales (Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Carolina del Norte, Arizona, Nevada y Georgia) los últimos sondeos publicados por el New York Times continúan dando a los rivales codo con codo. Lo mismo en una encuesta realizada por el Washington Post: el 47% tiene la intención de votar por Harris y otro tanto por Trump.
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