Israel prometió ayer que seguirá combatiendo al grupo integrista islámico Hezbolá “hasta la victoria” en Líbano e ignoró un llamamiento de Estados Unidos, la Unión Europea y varios países árabes para un alto el fuego de 21 días.
Por cuarto día consecutivo, el ejército israelí bombardeó bastiones de Hezbolá, en tanto que la formación islamista apoyada por Irán volvió a disparar proyectiles contra complejos militares israelíes.
Israel informó que había matado al jefe de la unidad de drones de Hezbolá, Mohamed Srur, en “bombardeos de precisión” en el suburbio sur de Beirut.
Una fuente de la milicia proiraní había indicado previamente que ese comandante fue el objetivo de un ataque, que según el Ministerio libanés de Salud dejó dos muertos y 15 heridos. El ejército israelí reportó que su aviación atacó ayer 75 objetivos de Hezbolá en el sur y el este de Líbano y afirmó por la noche que estaba llevando a cabo nuevos bombardeos contra la formación islamista. Según el Ministerio de Salud libanés, 20 personas, casi todas de nacionalidad siria, murieron en la localidad de Yunin, en el este del país. El ejército israelí informó además del lanzamiento de decenas de “proyectiles” desde Líbano.
Hezbolá dijo que disparó un centenar de cohetes contra las ciudades de Safed y Haifa, en el norte de Israel.
Los bombardeos israelíes mataron desde el lunes a más de 600 personas, incluidos civiles, y forzaron a 90.000 a dejar sus hogares en Líbano, según la ONU. Entre ellas, más de 31.000 entraron en Siria, según autoridades libanesas. Desde que empezó la guerra en la Franja de Gaza entre Israel y el grupo palestino Hamás, el 7 de octubre de 2023, al menos 1.540 personas murieron en Líbano debido a los bombardeos israelíes en el marco de los enfrentamientos transfronterizos con Hezbolá, aliado de Hamás.
COMENTARIOS