Los bíperes, conocidos también como buscapersonas o “pagers”, siguen usándose para comunicarse en lugares como los hospitales debido a su confiabilidad, pese a que la proliferación de celulares los llevó casi a la extinción.
Estos aparatos, en forma de pequeñas cajas, permiten recibir mensajes, alertas sonoras o números de teléfono utilizando su propia radiofrecuencia y por tanto sin pasar por las redes de telefonía móvil, que pueden ser interrumpidas, tener problemas de conexión o ser interceptadas.
Estos dispositivos fueron muy populares en los años 1980 y 1990, pero su uso declinó y ahora está limitado sobre todo a hospitales, en particular en Estados Unidos.
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