El Papa volvió a lanzar un llamado al “diálogo” ayer en una misa multitudinaria en un estadio de fútbol de Yakarta con capacidad para 80.000 personas, cerrando la primera etapa de su gira por Asia- Pacífico tras firmar una declaración conjunta con un importante imán indonesio.
Ante decenas de miles de fieles con banderas y carteles alusivos que se habían concentrado desde hacía horas en el estadio nacional Gelora Bung Karno (GBK), el pontífice argentino alentó en su homilía a los indonesios a “recorrer con confianza el camino del diálogo, a continuar mostrando su bondad y amabilidad” y ser “constructores de unidad y paz”.
Horas antes, durante un encuentro interreligioso frente a la mezquita Istiqlal, la más grande del sudeste asiático, el papa Francisco y el gran imán Nasaruddin Umar firmaron una declaración conjunta en la que expresaron su preocupación por la “deshumanización” causada por la “generalización de los conflictos”, y la “manipulación” de la religión en esas situaciones de violencia.
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