El grupo terrorista Estado Islámico reivindicó ayer sábado la autoría de un ataque con cuchillo en un festival en la ciudad de Solingen, Renania del Norte-Westfalia, en el oeste de Alemania, en el que murieron tres personas y otras ocho resultaron heridas el pasado viernes por la noche. El grupo militante afirmó en un comunicado en su cuenta de Telegram que el ataque fue llevado a cabo por uno de sus miembros “en venganza por los musulmanes en Palestina y en todas partes”, pero no aportó ninguna prueba de su afirmación y no quedó claro el grado de relación entre el atacante y el Estado Islámico.
Previamente, ayer sábado por la mañana la policía de Düsseldorf detuvo a un sospechoso, un adolescente de 15 años, según informó Thorsten Fleiss, portavoz de las fuerzas del orden, en una rueda de prensa. Los agentes investigan sus “posibles conexiones con el delito”. El portavoz relató que dos testigos , dos mujeres, escucharon una conversación sobre unos planes para atentar entre el joven detenido y otra persona poco antes de que se cometieran los crímenes. Tras los apuñalamientos, las mujeres se pusieron en contacto con los investigadores para denunciarlo. Aún no está claro si el otro individuo con quien charlaba el menor de edad es el asesino.
Antes de la reivindicación del grupo yihadista, las autoridades ya informaron de que no descartan que el ataque tuviera motivación terrorista, porque no parece haber otro motivo y las víctimas no tenían relación entre sí. Los fallecidos son dos hombres y una mujer. El presidente de Renania del Norte-Westfalia, Hendrik Wüst, calificó de “acto de terror” el ataque en una comparecencia en Solingen.
Más de 30 años después de que un grupo de extrema derecha provocara un incendio que mató a cinco personas de origen turco, Solingen vive otro trauma causado por un acto de violencia. La ciudad, de unos 160.000 habitantes, está conmocionada después de que la noche del viernes un hombre asesinara a cuchilladas a tres personas e hiriera a otras ocho, cinco de ellas de gravedad.
El suceso se produjo hacia las 21.45 de la noche, cuando la ciudad, celebraba la llamada fiesta de la diversidad, un festival de tres días para conmemorar el 650 aniversario de su fundación. El ataque sobrevino justo frente a uno de los tres escenarios, cuando tocaba en directo un grupo de música.
La policía puso en marcha una gran operación para capturar al agresor, un hombre del que todavía no se ha facilitado identidad ni descripción física. Las autoridades tampoco han facilitado ningún dato sobre el detenido al tratarse de un menor, pero el semanario Der Spiegel ha publicado que es de nacionalidad kirguís y vive en una casa de acogida para refugiados.
El agresor logró huir en medio de la confusión y el pánico que cundieron inicialmente tras el ataque. Los testigos “están recibiendo nuestro apoyo profesional y, por supuesto, les estamos interrogando para obtener información más precisa”, señaló un portavoz de la policía a la cadena pública ARD. La policía da por hecho que se trata de un único atacante que apuñaló a sus víctimas en el cuello. “No tenemos constancia de que haya más personas”, aseguró la misma fuente.
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