El chavismo se blinda con varias leyes
El Parlamento de Venezuela, controlado por el chavismo, retomó ayer el debate para aprobar una ley que prohíbe a las ONGs “promover el odio o el fascismo”, parte de un paquete polémico legislativo impulsado en medio del reclamo opositor de un fraude electoral y bajo la advertencia de la ONU de un “clima de miedo”. Es la primera ley que la Asamblea Nacional busca aprobar, según su presidente, Jorge Rodríguez, para “hacer respetar el resultado electoral”.
El presidente Nicolás Maduro fue proclamado con el 52% de los votos para un tercer mandato de seis años, hasta 2031. La oposición liderada por María Corina Machado reivindica la victoria de su candidato Edmundo González Urrutia en los comicios del 28 de julio, lo que el mandatario ha considerado como una incitación a un “golpe de Estado” y una “guerra civil”.
Su reelección desató protestas que dejaron 25 muertos, 192 heridos y más de 2.400 detenidos, en medio de llamados de EE UU, Europa y varios países de América Latina para que el Consejo Nacional Electoral (CNE) presente el escrutinio detallado de la elección.
El chavismo tiene 256 de 277 diputados de la Asamblea Nacional y la aprobación es segura.
El paquete de leyes incluye, además, la regulación de redes sociales y una normativa para castigar el “fascismo”, término con el que el gobierno suele referirse a sus detractores. La ley contra el fascismo, que entra a partir de hoy en fase de consulta pública, previa a la segunda discusión, castiga la promoción de reuniones o manifestaciones que hagan “apología al fascismo”. Además, plantea la ilegalización de partidos políticos.