KAMALA HARRIS DURANTE UN ACTO DE CAMPAÑA EL 30 DE JULIO EN ATLANTA / AP
KAMALA HARRIS DURANTE UN ACTO DE CAMPAÑA EL 30 DE JULIO EN ATLANTA / AP
ARRANQUE DE CAMPAÑA

El vice de Harris: Una decisión que se hizo esperar

En las próximas horas será proclamada candidata presidencial de los demócratas y deberá anunciar a su compañero de fórmula. Expectativas sobre a quién designará

WASHINGTON

Las fechas están programadas. Los lugares están elegidos. Lo único que faltaba al cierre de esta edición para que arranquen los mítines de campaña de esta semana de la vicepresidenta Kamala Harris y su compañero de fórmula para 2024, cuyo nombre creaba fuertes expectativas y se conocería por estas horas.

Después de pasar el fin de semana entrevistando a los finalistas, Harris debe decidirse por su compañero de fórmula antes de que ambos emprendan hoy mismo una gira por diversos Estados, donde presentarán la nueva candidatura demócrata a los votantes y pondrán de relieve lo que está en juego en las elecciones.

Todo en su campaña ha sido rápido por necesidad. Sólo ha sido candidata durante poco más de dos semanas, desde que el presidente Joe Biden abandonó su intento de reelección tras una pésima actuación en el debate presidencial y la escalada de peticiones dentro del partido demócrata para que se hiciera a un lado. El presidente del Comité Nacional Demócrata dijo el viernes que Harris ya había obtenido suficientes votos de delegados para convertirse en la candidata presidencial del partido y que aceptaría la nominación cuando termine la votación, por estas horas.

Y alrededor de 8 de cada 10 demócratas dijeron que estarían algo o muy satisfechos si Harris se convirtiera en la candidata demócrata a la presidencia, según una encuesta de The Associated Press y el Centro NORC para la Investigación de Asuntos Públicos, realizada después de que Biden se retirara de la contienda.

 

ENTRES DOS ASPIRANTES

Harris ha tenido que hacer una investigación condensada de sus posibles compañeros de fórmula a medida que se acerca la convención del partido. Eso significa que no queda mucho tiempo para que los defensores y detractores de las distintas opciones den sus últimos coletazos.

Harris se estaba enfocando en dos aspirantes a compañero de fórmula, a los que entrevistó el domingo en Washington. Se trata del gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, y el gobernador de Minnesota, Tim Walz, según allegados.

Walz cumple su segundo mandato como gobernador de Minnesota. Ha hecho de su Estado un bastión de la política liberal y, este año, se convirtió en uno de los pocos que protege a los aficionados que compran entradas por internet para los conciertos de Taylor Swift y otros eventos en vivo.

Procede de la región rural de Estados Unidos y, en su primera candidatura al Congreso, Walz se impuso a un titular republicano.

Shapiro cuenta con destacados partidarios, como la alcaldesa de Filadelfia, Cherelle Parker. Parker causó un gran revuelo al publicar el viernes un video en el que aparecían varios funcionarios y demócratas del área metropolitana de Filadelfia promocionando a Harris, pero también presentando a Shapiro como su compañero de fórmula.

El gobernador de Pensilvania, de 51 años, ayudaría a conseguir el voto de su Estado a los demócratas.

Es uno de los Estados considerados “bisagra”, es decir que votan demócrata o republicano según el contexto en el que se desarrollan las elecciones.

Gran orador, este centrista logró derrotar en 2022 a su rival de la derecha radical, respaldado por el republicano Donald Trump.

Antes, fue dos veces fiscal general de Pensilvania y ha denunciado las agresiones sexuales cometidas por sacerdotes católicos contra miles de niños, además de demandar al laboratorio Purdue, considerado el desencadenante de la crisis de los opioides.

Walz, en tanto, es conocido por su manera sencilla y pragmática de hablar, mostrando con sentido común las políticas que defiende su partido. De 60 años, el gobernador de Minnesota nació y creció en una pequeña ciudad de Nebraska.

Se convirtió en maestro, primero en China, luego en Nebraska y finalmente en Mankato, Minnesota, donde enseñó geografía y entrenó al equipo de fútbol de la escuela secundaria.Fue precursor en la defensa de la alianza entre gays y heterosexuales en la escuela allá por 1999, mucho antes que los demócratas defendieran los derechos de los homosexuales a nivel nacional. También sirvió en la guardia nacional del ejército durante 24 años, alistándose a los 17 años, un papel que lo llevó por todo el país y a un despliegue en Europa.

Walz se postuló por primera vez para un cargo en 2006 en un distrito congresional de tendencia republicana, derrotando sorpresivamente al titular. Mantuvo el distrito hasta 2016, derrotando a los republicanos una y otra vez. En 2018, se postuló para gobernador y ganó. Luego defendió el cargo con éxito en 2022.

Ahora es el presidente de la Asociación de Gobernadores Demócratas, un puesto que le ha dado un perfil nacional en el último año, ya que primero hizo campaña por Joe Biden y ahora por Harris. Sus apariciones en las últimas semanas han despegado, colocando su nombre en la lista de candidatos a vicepresidente y su tono en el centro de la escena para los demócratas.

En Minnesota, los demócratas aseguraron una estrecha trifecta gubernamental en 2022, tomando ambas cámaras de la legislatura y la gobernación, y Walz y sus colegas en la legislatura se pusieron a trabajar, entregando una larga lista de victorias políticas progresistas como comidas escolares gratuitas, protecciones al aborto, restricciones de armas y marihuana legal.

En este marco, Kamala Harris, hija de migrantes que ascendió en el escalafón político y policial de California hasta convertirse en la primera mujer en ocupar la vicepresidencia en la historia de Estados Unidos, logró anoche la nominación presidencial demócrata.

Más de cuatro años después de que fracasara su primer intento de llegar a la presidencia, la coronación de Harris como abanderada de su partido pone fin a un período tumultuoso y frenético para los demócratas, provocado por la desastrosa actuación del presidente Biden en el debate presidencial de junio, que acabó con la confianza de sus propios partidarios en sus perspectivas de reelección y desató una extraordinaria guerra dentro del partido sobre si debía seguir en la contienda.

 

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