Mientras fuera del Capitolio norteamericano se producían violentos choques entre manifestantes pro palestinos y la policía, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, defendió este miércoles su ofensiva en la Franja de Gaza y pidió a Estados Unidos que acelere la ayuda militar.
“Aprecio profundamente el apoyo de Estados Unidos, incluso en esta guerra actual. Pero este es un momento excepcional. Acelerar la ayuda militar estadounidense podría acelerar drásticamente el fin de la guerra en Gaza y ayudar a prevenir una guerra más extensa en Medio Oriente”, dijo Netanyahu en su discurso ante un Congreso con un centenar de bancas vacías en rechazo a su presencia en el lugar.
Netanyahu abogó también por una Gaza de posguerra “desmilitarizada” y “desradicalizada”, al exponer su visión para ese territorio mediterráneo devastado por nueve meses de guerra. ”Después de nuestra victoria, con la ayuda de los aliados regionales, la desmilitarización y desradicalización de Gaza puede conducir también a un futuro de seguridad, prosperidad y paz. Esa es mi visión para Gaza”, señaló Netanyahu.
“Israel tomó muchas más precauciones que cualquier otro país en la historia para evitar víctimas civiles en Gaza”, aseguró respecto de una de las acusaciones más severas sobre la actuación de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en el enclave palestino gobernado por el grupo terrorista Hamás.
Fuera del edificio, la policía usó gas pimienta para dispersar a los miles de manifestantes pro palestinos que se habían congregado. ”La multitud no obedeció nuestra orden de retroceder de nuestra línea policial. Estamos desplegando gas pimienta contra cualquiera que intente violar la ley y cruzar esa línea”, dijo la policía en un comunicado.
Las protestas fueron pacíficas durante las primeras horas y hasta media hora antes del discurso de Netanyahu, cuando los manifestantes iniciaron una marcha y se enfrentaron al bloqueo de la policía, que usó gas pimienta e hirió a algunos manifestantes.
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