ANÁLISIS

Se abren ahora distintos escenarios para el poder en la nueva asamblea legislativa

Muestra de que los comicios eran cruciales, la cifra oficial de participación (más del 60 por ciento) fue la más alta desde 1981, e incluso el expresidente socialista François Hollande volvió a la política y logró un escaño. 

El presidente Emmanuel Macron había adelantado las legislativas previstas en 2027 para pedir una “aclaración” política a los franceses, a raíz de la victoria de la Agrupación Nacional en los comicios europeos del 9 de junio, en una decisión “arriesgada”, según los analistas. 

La respuesta de los electores fue reconducir los tres bloques surgidos de las elecciones de 2022 -izquierda, centroderecha y derecha-, pero con una nueva relación de fuerzas y sin mayorías absolutas. 

El primer ministro, Gabriel Attal, anunció que presentará su dimisión hoy, pero que continuará “mientras el deber lo exija”, a la espera de un nuevo gobierno y a menos de tres semanas de los Juegos Olímpicos de París. 

El presidente francés esperará a conocer la “estructura” de la nueva Asamblea, que debe escoger su presidencia el 18 de julio, antes de decidir a quién llamará para formar gobierno, anunció su oficina. 

Durante la campaña emergieron varias hipótesis: una coalición entre la izquierda y el oficialismo, o incluso un gobierno tecnócrata con apoyo parlamentario en la segunda economía de la Unión Europea. 

Pero una eventual coalición parece difícil por las críticas cruzadas entre La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical) de Mélenchon, importante socio del NFP, y la alianza de Macron, que acusó a este partido de “antiparlamentario” y “antisemita”. 

“Vamos a tener que comportarnos como adultos”, aseguró Raphaël Glucksmann, símbolo del ala socialdemócrata del NFP, para quien “dialogar” es “un cambio de cultura política” en una Francia poco acostumbrada al parlamentarismo. 

Tanto aliados como rivales de Francia en la escena internacional siguieron de cerca estos comicios, máxime cuando París, potencia nuclear, es uno de los motores de la UE y uno de los principales apoyos de Ucrania contra Rusia.