El huracán Beryl avanzaba en forma amenazante sobre Jamaica este miércoles por la tarde, después de arrancar árboles y techos y destruir granjas en su camino empapado de agua a través de pequeñas islas del Caribe en los últimos días.
El número de muertos por el poderoso huracán de categoría 4 aumentó a al menos nueve, pero se espera que aumente a medida que las comunicaciones se restablezcan en las islas empapadas y dañadas por inundaciones y vientos mortales.
"Todo está destruido, no hay nada más en Palm Island", dijo Katie Rosiak, gerente general del Palm Island Resort en San Vicente y las Granadinas, una de las zonas más afectadas del Caribe oriental. "Necesitamos ayuda para todos", dijo en una breve llamada telefónica, negándose a confirmar que un empleado del hotel hubiera sido asesinado.
La pérdida de vidas y los daños causados por Beryl ponen de relieve las consecuencias de un océano Atlántico más cálido, que los científicos citan como un signo revelador del cambio climático provocado por el hombre que alimenta un clima extremo que confunde las experiencias pasadas.
En la capital de Jamaica, Kingston, los automovilistas ansiosos hacían fila en las gasolineras, mientras otros se abastecían de suministros esenciales. "Es imperativo que mantengamos la calma", dijo el primer ministro Andrew Holness en un discurso a la nación el martes por la noche. "Ahora no es momento de entrar en pánico".
El miércoles, los residentes parecieron atender su llamado. "La gente está preocupada, siempre comprando y comprando cosas", dijo Andre, un vendedor en una tienda local, sin dar su nombre completo.
Los jamaicanos se preparaban para cortes de electricidad más tarde el miércoles, según un funcionario de la compañía eléctrica, con las carreteras cerca de la costa ya arrasadas mientras continuaba cayendo una lluvia constante y los vientos se levantaron en la capital. Al mediodía del miércoles, el ojo bien definido del huracán en espiral estaba ubicado a 72 kilómetros al sureste de Kingston, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC), aunque sus anillos exteriores ya azotaban gran parte de la isla.
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