El ejército israelí ha intensificado en las últimas 48 horas los bombardeos y el avance de los tanques en la ciudad de Rafah, donde trata de penetrar este fin de semana en las dos únicas partes que no controla: el norte y el oeste. Situada en la frontera con Egipto, es la zona donde una mayoría de los 2,3 millones de gazatíes acabó concentrada durante meses tras varios desplazamientos forzosos. Israel comenzó su invasión a principios de mayo, primero tomando la frontera con Egipto.
Los milicianos palestinos tratan de frenar con emboscadas el ingreso de los tanques en los únicos barrios que no controlan las fuerzas del mandatario israelí, Benjamin Netanyahu. La Media Luna Roja palestina informó en las últimas horas la muerte de 25 personas en la zona humanitaria de Al Mawasi, donde el ejército israelí sin embargo asegura que no atacó.
Por otra parte, el principal portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, aseguró que erradicar a Hamas del enclave no es algo factible.
Escaló así el roce con el primer ministro Benjamin Netanyahu, que este viernes afrontaba otra vez protestas antigubernamentales frente a su residencia en Jerusalén.
En dos entrevistas el jueves con medios locales, Hagari dijo que Hamas no desaparecería "antes crear una alternativa" a su gobierno, sumándose así a la crítica lanzada ya en mayo por el ministro de Defensa, Yoav Gallant, que exigió a Netanyahu un plan de posguerra.
"Decirle al público que no habrá terrorismo en Gaza, que no quedará un hombre armado es mentira. Habrá terrorismo en Gaza. Para reemplazar a quienes lidian con los servicios civiles, a las personas que distribuyen alimentos o roban alimentos, se necesita crear algo que pueda crecer. Es una decisión para el liderazgo político", dijo Hagari en el Canal de noticias 13.
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