Israel bombardeó ayer sábado Rafah y otros sectores de la Franja de Gaza pese a que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) le ordenó suspender sus operaciones en esa ciudad del sur del enclave. Testigos en el lugar y periodistas extranjeros reportaron bombardeos de las tropas israelíes contra Rafah, la ciudad fronteriza con Egipto y objetivo máximo del gobierno de Benjamin Netanyahu desde hace varias semanas.
También hubo ataques aéreos y disparos de artillería contra Deir al Balah y Nuseirat, en el centro, Jabaliya y la ciudad de Gaza, en el norte, y Khan Yunis en el sur. “Esperamos que la decisión del tribunal presione a Israel para que ponga fin a esta guerra de exterminio, porque aquí no queda nada”, dijo Oum Mohammad Al-Ashqa, una palestina de la ciudad de Gaza refugiada en Deir al-Balah.
La máxima instancia judicial de la ONU ordenó a Israel detener sus operaciones en Rafah y cualquier otra acción que provoque la “destrucción física total o parcial” del pueblo palestino en Gaza. La CIJ también exigió la apertura del paso fronterizo entre Egipto y Gaza en Rafah, puerta de entrada de ayuda humanitaria que Israel cerró a principios de mes al comenzar sus operaciones en la ciudad.
El tribunal, cuyas decisiones son en teoría vinculantes pero no tiene cómo hacerlas cumplir, urgió por otro lado a Hamas la liberación inmediata de todos los rehenes tomados en su ataque del 7 de octubre. Pero ninguno de los dos bandos parece haber atendido las demandas del tribunal.
Conflicto diplomático
El canciller español, José Manuel Albares, le dijo a Israel que las medidas cautelares de la CIJ son obligatorias, así como la liberación de los rehenes en manos de Hamás y el acceso humanitario, porque “el sufrimiento de los gazatíes y la violencia deben terminar”.
El presidente del gobierno español Pedro Sánchez, en coordinación con Noruega e Irlanda, anunció esta semana que el próximo martes su país reconocerá a Palestina como Estado, una iniciativa duramente criticada por Israel, que llamó a consultas a sus embajadores en esos tres países.
El conflicto estalló el 7 de octubre, cuando comandos terroristas mataron a más de 1170 personas, en su mayoría civiles, en el sur de Israel. Los milicianos también secuestraron a 252 personas. En respuesta al ataque de octubre, Israel lanzó una ofensiva contra la Franja de Gaza, en la cual murieron hasta el momento 35.857 palestinos, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud de Gaza.
Un alto funcionario israelí declaró que el gobierno de Netanyahu tiene la “intención” de relanzar “esta semana” las negociaciones en busca de obtener la liberación de los rehenes, la prioridad absoluta de la sociedad israelí desde del comienzo del conflicto.
Medios de comunicación israelíes indicaron que el jefe del Mossad, David Barnea, acordó durante reuniones en París con el director de la CIA, Bill Burns, y el primer ministro de Qatar, Mohamed bin Abdulrahman Al Thani, ambos representantes de países mediadores, un nuevo marco para las estancadas negociaciones.
El jefe de la diplomacia norteamericana, Antony Blinken, también conversó con el ministro israelí Benny Gantz, miembro del Gabinete de Guerra, sobre los esfuerzos para alcanzar un alto el fuego y reabrir el paso de Rafah.
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