Mientras Rusia sigue en estado de conmoción y duelo, un video aparentemente tomado por los autores del mortal ataque contra una sala de conciertos de Moscú fue subido en redes sociales utilizadas por el grupo yihadista Estado Islámico (ISIS), según el grupo SITE, de investigación antiterrorista.
El video de un minuto y medio de duración muestra a varias personas con los rostros borrados y voces al teradas, armados con fusiles de asalto y puñales, y celebrando al grito de
“Alá es grande”. Aparecen en la entrada de la sala de conciertos Crocus City Hall de Krasnogorsk, en el noroeste de Moscú.
Se observa a los atacantes cuando disparan varias ráfagas, numerosos cuerpos inertes tendidos, y el comienzo de un incendio en el fondo. El video apareció en una cuenta de Telegram que, según SITE, pertenece a Amaq, el brazo noticioso de ISIS.
El ataque reivindicado por el ISIS dejó más de 135 muertos la noche del viernes y se considera el ataque más mortal del grupo yihadista en suelo europeo.
Según el Kremlin, 11 personas fueron detenidas, incluidos los cuatro supuestos autores del ataque. Moscú asegura que esos cuatro hombres se dirigían a Ucrania, pero Kiev niega cualquier relación con los hechos.
En este marco, Rusia observó ayer una jornada de duelo nacional tras la matanza.
Sospechosos admiten su culpa
Mientras tanto, tres de los cuatro sospechosos acusados del ataque reconocieron su culpabilidad en un tribunal ruso. La Corte del Distrito Basmanny de Moscú acusó formalmente a Dalerdzhon Mirzoyev, de 32 años; Saidakrami Rachabalizoda, de 30; Mukhammadsobir Faizov, de 19; y Shamsidin Fariduni, de 25, de cometer un atentado terrorista grupal que derivó en la muerte de otras personas. El delito conlleva una sentencia máxima de cadena perpetua.
Mirzoyev, Rachabalizoda y Shamsidin Fariduni reconocieron su culpabilidad después de que se anunciaran los cargos en su contra. El cuarto, Faizov, fue llevado a la corte en silla de ruedas directamente desde un hospital, y permaneció sentado y con los ojos cerrados durante la audiencia. Mientras estaba en la sala recibió atención médica.
Las autoridades rusas siguen sin mencionar la reivindicación del grupo yihadista del atentado contra la sala de conciertos Crocus City Hall y el sábado señalaron la existencia de una trama relacionada con Ucrania.
El balance de fallecidos podría aumentar ya que los rescatistas siguen buscando entre los escombros del edificio, incendiado por los atacantes. Además hay 110 personas hospitalizadas y 40 están en estado crítico.
El Comité de Investigación informó que se han identificado 62 cadáveres y que se encontraron dos rifles de asalto y una gran cantidad de municiones en el lugar.
“Todo el país está de luto”, afirmó la cadena de televisión pública rusa Rossia 24 al iniciar sus programas.
Rossia 24 difundió imágenes de un inmenso panel digital instalado en un muro de la sala de conciertos atacada donde se ve una vela sobre un fondo negro con la leyenda “Crocus City Hall. 22/03/2024. Estamos de luto”.
Los museos y teatros de Moscú permanecieron cerrados el fin de semana, y los restaurantes de la capital prometieron donar parte de sus beneficios de ayer a los familiares de las víctimas. “La gente ya no sonríe, ya no hay alegría”, declaró Valentina Karenina, oriunda de Siberia pero de paso en Moscú, que fue a encender una vela a una iglesia cerca de la famosa plaza Roja, ayer cerrada al público.
Este ataque es el más sangriento en Rusia desde hace dos décadas y el más letal cometido en Europa por el ISIS. El grupo yihadista, que Rusia combate en Siria y tiene presencia también en el Cáucaso ruso, cometió ya atentados en el país desde finales de los años 2010.
Los hombres armados irrumpieron en la noche del viernes en el Crocus City Hall, en el suburbio moscovita de Krasnogorsk, dispararon contra el público e incendiaron parte de la sala.
El sábado, el presidente ruso Vladimir Putin prometió castigar a los responsables del “acto terrorista salvaje” y aseguró que habían sido detenidos cuatro hombres que intentaban huir a Ucrania.
Esas cuatro personas, todos “ciudadanos extranjeros”, fueron detenidas en la región de Briansk, en la frontera con Ucrania y Bielorrusia, según las autoridades.
El FSB (servicio de seguridad ruso) afirmó que los sospechosos tenían “contactos” en Ucrania, confrontada desde 2022 a una intervención militar rusa, y planeaban huir a este país tras el ataque, pero no ofreció pruebas de este supuesto vínculo ni dio detalles.
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