El expresidente brasileño Jair Bolsonaro guardó silencio ayer durante su convocatoria ante la policía por su supuesta implicación en un “plan de golpe de Estado” concebido para mantenerse en el poder tras su mandato. El líder ultraderechista es sospechoso de haber participado en una conspiración que buscaba desacreditar el proceso electoral e impedir que el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva asumiera el mando de Brasil en enero de 2023.
Bolsonaro defiende su inocencia y asegura ser víctima de una “persecución implacable”.
La audiencia, de una media hora, en la sede de la Policía Federal en Brasilia, ocurrió a solo tres días de una concentración callejera convocada por el exmandatario (2019- 2022) en Sao Paulo para repudiar las acusaciones.
Bolsonaro no prestó declaraciones, dijo su defensa, que deploró no haber tenido suficiente acceso al contenido del proceso en su contra. “El único motivo por el cual hizo uso del silencio fue debido al hecho de que él responde hoy a una investigación semisecreta”, dijo su abogado Paulo Cunha, en declaraciones a periodistas al exterior de la sede policial.
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