La policía rusa detuvo a más de 500 personas en concentraciones espontáneas en homenaje al líder opositor Alexey Navalny, muerto en prisión, informó el grupo de defensa de los derechos humanos OVD-Info.
Tras conocerse el viernes la noticia, en toda Rusia grupos de personas depositaron flores en memoriales improvisados en monumentos en recuerdo de disidentes políticos y hay denuncias de que hubo detenciones, según imágenes publicadas en las redes sociales.
La ONG OVD-Info indicó en su página web que, según su primer balance publicado ayer sábado, "más de 500 personas fueron detenidas en diez ciudades", la mayoría en San Petersburgo y once en la capital, Moscú.
Navalny, abogado y bloguero, se consolidó a lo largo de 12 años como el detractor número uno de Putin y de su "partido de ladrones y estafadores", como solía describirlo. Ante los llamados a manifestarse que circularon en internet, la fiscalía de Moscú advirtió que "organizar o celebrar concentraciones no autorizadas, convocarlas y participar en ellas es una infracción administrativa".
Las protestas son ilegales en Rusia, donde rigen duras leyes para castigar a la disidencia, que incluyen penas de cárcel por criticar al poder. Las autoridades reprimieron con especial severidad las concentraciones en apoyo a Navalny de los últimos años.
Navalny murió en la cárcel del Ártico donde cumplía una sentencia de 19 años, según informó el servicio penitenciario del país y el Kremlin, sin precisar la causa del fallecimiento, ocurrido a un mes de unas elecciones en las que se prevé que el presidente Vladimir Putin consolidará aún más su poder.
Las principales potencias occidentales, desde Estados Unidos, pasando por Alemania, España, Francia y el Reino Unido lamentaron la muerte de Navalny y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que Moscú deberá responder a "serias preguntas" por su fallecimiento.
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