El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se enfrenta a una presión cada vez más fuerte para que castigue directamente a Irán después de que un grupo aliado de ese país matara a tres soldados estadounidenses en un ataque con drones en Jordania durante el fin de semana.
Una ofensiva contra Teherán ampliaría el conflicto en Oriente Medio, algo que Biden trata de evitar, y sin dudas tendría un fuerte impacto en la campaña presidencial para noviembre.
Poco después del ataque del domingo, que además hirió al menos a 34 soldados, Biden dijo: "Responderemos" y acusó a "grupos de combatientes radicales respaldados por Irán que operan en Siria e Irak", dijo Biden. "No tengan ninguna duda: haremos que los responsables rindan cuentas, cuando y como creamos conveniente", agregó en lo que podría ser una acción aún más fuerte de la que EE.UU. tuvo desde el ataque terrorista a Israel del 7 de octubre.
Irán, por su parte, ha negado cualquier vínculo con el ataque. Pero ya hay fuertes voces políticas que se elevaron a favor de una fuerte y directa represalia, y será un tema que seguramente impactará en la campaña electoral para las presidenciales del 5 de noviembre cuando todo indica que Biden volverá a enfrentarse con Donald Trump.
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