Ucrania afirmó ayer que enfrentó un ataque “récord” de 90 drones en la víspera de Año Nuevo, en sintonía con la advertencia del presidente de Rusia, Vladimir Putin, que en el primer día de 2024 anticipó que su país "intensificará" la ofensiva en represalia por el bombardeo contra la ciudad rusa de Belgorod el sábado pasado.
Según la Fuerza Aérea ucraniana, 87 de los 90 drones explosivos Shahed lanzados por las fuerzas rusas desde cuatro direcciones fueron destruidos en vuelo. "El enemigo utilizó un número récord de drones", declaró un portavoz.
La ofensiva tuvo como objetivos principales la ciudad de Lviv, en el oeste, y Odesa, en el sur.
Las autoridades ucranianas también informaron de cuatro misiles tierra-aire S-300 en la región de Jarkov (noreste) y tres misiles antirradar Kh-31 y uno Kh-59 contra las regiones de Jerson y Zaporiyia (sur).
En la provincia de Lviv, los ataques destruyeron una universidad y un museo cuya historia está relacionada con dos figuras nacionalistas ucranianas que colaboraron con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, según el alcalde, Andriy Sadovy.
En la región de Odesa, una persona murió y ocho resultaron heridas en este ataque nocturno, según las autoridades locales. En Jmelnitsky, un niño resultó herido. Una mujer también perdió la vida durante el bombardeo ruso en la región de Jerson.
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