En contra de la decisión del papa Francisco, el arzobispo de Montevideo se negó a bendecir a parejas del mismo sexo

El arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla, se negó a bendecir a las parejas del mismo sexo, contradiciendo así la decisión del Vaticano que autoriza este procedimiento.

El pasado 18 de diciembre, la Santa Sede dio a conocer un documento doctrinal que permitió la bendición de parejas del mismo sexo y otras “irregulares”, siempre y cuando no imiten el rito del matrimonio.

Entrevistado por El País, Sturla dijo estar sorprendido de que este tema “polémico” que divide “las aguas dentro de la Iglesia” surgiera en Navidad.

“Está claro que el sacerdote bendice a todo el pueblo. Ahora he estado en una prisión y he bendecido a todos los presos. Si la gente viene a pedirme mi bendición, siempre se la concedo. (...)Recuerdo que cuando discutíamos la ley trans, estábamos en procesión en la parroquia de San Ignacio, y vinieron unas personas trans a pedirme una bendición y se la di, pero bendecir a una pareja homosexual es otra cosa...”, condenó.

Sturla opinó que el documento no hace referencia a una bendición de la persona sino de la pareja, algo que “toda la tradición de la Iglesia” y un documento publicado hace dos años dice que no es posible hacerlo. Además, apuntó que el texto “crea confusión”, ya que permite que se bendiga la pareja pero no a través del rito.

El documento profundiza sobre las bendiciones, distinguiendo entre las bendiciones rituales y litúrgicas, y las espontáneas que se asemejan más a gestos de devoción popular. En esta segunda categoría es donde se contempla ahora la posibilidad de acoger también a quienes no viven según las normas de la doctrina moral cristiana pero piden ser bendecidos.