Tras arduas jornadas de debate, los representantes de la Unión Europea llegaron a un acuerdo histórico al pactar la ley de inteligencia artificial que tiene como fin regular el uso de esta tecnología por parte de los Estados y minimizar así los riesgos y los peligros que puedan correr las personas.
Más de 35 horas duró la negociación que había comenzado el día miércoles y que culminó sobre el fin de semana con el pacto firmado entre las instituciones de la Unión Europea. De esta manera se selló la nueva regulación que fijará los estándares de seguridad bajo los que se usará la Inteligencia Artificial y que evitarán que esta tecnología sea utilizada con fines represivos o discriminatorios.
“La ley de inteligencia artificial de la UE es pionera en el mundo. Un marco legal único para el desarrollo de la inteligencia artificial el que se puede confiar”, aseguró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en un mensaje en la red social X (antes Twitter) al anunciar el acuerdo.
Vale aclarar que si bien fue acatado por las instituciones representantes, el acuerdo deberá ser ratificado por el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea, la institución que representa a los Gobiernos europeos.
IA y seguridad
Durante tres días, las autoridades participaron de un intenso debate en el que trataron diversos puntos en torno al uso gubernamental de la Inteligencia Artificial. En ese sentido uno de los puntos más sensibles fue el uso que las fuerzas de seguridad podrán hacer de las cámaras de identificación biométrica para garantizar la seguridad nacional y prevenir delitos como el terrorismo o la protección de infraestructuras.
Si bien la normativa prohíbe las cámaras de reconocimiento facial en espacios públicos, los gobiernos presionaron para que sean permitidas en casos concretos para los que siempre deberán contar con previa autorización judicial.
A diferencia de los estados nacionales, el Parlamento Europeo se presentó a las negociaciones con una clara intención de prohibir estas cámaras de inteligencia artificial. Ante este choque de posturas, el ponente de la ley, el socialdemócrata Brando Benifei, se mostró abierto a contemplar algunas excepciones siempre y cuando sean acompañadas de fuertes salvaguardas para los derechos humanos.
El chat GPT
Otro de los puntos tratado durante las negociaciones fue la regulación de los modelos fundacionales de inteligencia artificial, los sistemas en los que se basan programas con ChatGPT, de la empresa OpeanAI, o Bard, de Google.
Aunque inicialmente estos incisos no estaban incluidos dentro del temario de la norma, ya que la ley no estaba pensada para regular este tipo de sistemas por el simple hecho de que aún no se habían popularizado cuando Bruselas propuso la ley en abril de 2021, las instituciones comunitarias notaron la necesidad de legislarlos desde el estallido de ChatGPT el año pasado.
Fue la capacidad de este tipo de dispositivos de producir disertaciones o poemas en apenas segundos lo que hizo encenderse las luces de alarma por el uso indebido de la tecnología. Por lo que los representantes del parlamento no dudaron en incluir estas plataformas dentro de la normativa.
Las negociaciones fueron “apasionadas”, ya que el objetivo de la ley es regular el uso de una tecnología con grandes posibilidades para la sociedad, que al mismo tiempo genera dudas y algunas preguntas que los desarrolladores de la inteligencia artificial aún no saben responder, según fuentes conocedoras de los debates.
De esta manera, el proyecto aprobado por el parlamento europeo “propone que los sistemas de IA que puedan utilizarse en distintas aplicaciones se analicen y clasifiquen según el riesgo que supongan para los usuarios. Los distintos niveles de peligro implicarán una mayor o menor regulación”.
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