La Asamblea General de la ONU aprobó, con el voto en contra de Estados Unidos, una resolución no vinculante que pide una “tregua humanitaria inmediata y duradera” en pleno recrudecimiento de la ofensiva militar israelí contra la Franja de Gaza. Con 120 votos a favor, 14 en contra y 45 abstenciones, la Asamblea general aprobó el texto propuesto por Jordania en nombre del grupo árabe, en el que no se nombra ni a Hamás ni a Israel. Antes, había rechazado incluir una enmienda de Canadá que pedía condenar expresamente a Hamás por los atentados del 7 de octubre que provocaron la muerte de más de 1.400 israelíes, la mayoría civiles.
El texto, copatrocinado por casi medio centenar de países, “pide una tregua humanitaria inmediata, duradera y sostenida, que conduzca al cese de las hostilidades”. Asimismo rechaza el traslado forzoso de la población civil palestina, y exige la liberación inmediata e incondicional de todos los civiles que están cautivos “ilegalmente” y un “trato humano” para ellos.
El representante israelí ante la ONU, Gilad Erdan, tildó de “infamia” la aprobación del texto porque no condena expresamente a Hamás. “Todos hemos sido testigos de que la ONU ya no tiene ni un ápice de legitimidad o relevancia”. “Es una vergüenza”, concluyó.
Exultante, su homólogo palestino, Riyad Mansour, dijo a la prensa: “Lo logramos, pero solo es el primer paso”, ya que “tenemos que maximizar nuestros esfuerzos y energía para parar la guerra” contra los palestinos y prometió que “seguirán llamando a la puerta del Consejo de Seguridad”, que rechazó cuatro resoluciones en menos de dos semanas.
La representante de Estados Árabes Unidos, Lana Nusseibeh, cuyo país es uno de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, anunció a su lado que con la “autoridad moral” que acaba de insuflar la Asamblea General, tratarán de “desbloquear la situación que ha impedido que el Consejo se pronuncie sobre este asunto”.
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