Israel manifestó ayer que denegará la entrega de visados a representantes de Naciones Unidas, en medio de la tensión por las declaraciones sobre el conflicto con el movimiento islamista palestino Hamás del secretario general del organismo, António Guterres, quien aseguró que fueron “tergiversadas”.
“Debido a sus palabras, no daremos visados a los representantes de la ONU”, afirmó el representante permanente de Israel ante el organismo, Gilad Erdan, y agregó que, de hecho, ya se rechazó el visado del secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios del organismo. “Ya hemos rechazado un visado para el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Martin Griffiths”, aseguró en declaraciones a la Radio Militar de Israel, informó la agencia de noticias Europa Press. “Es el momento de enseñarles una lección”, aseveró Erdan, un día después de reclamar la renuncia de Guterres.
Así, Erdan destacó que no hay "justificación" posible ni se puede mostrar "comprensión" hacia "las acciones más terribles contra los ciudadanos de Israel", teniendo en cuenta que los ataques, que dejaron cerca de 1.400 muertos y más de 220 secuestrados, fueron perpetrados por "una organización declarada terrorista".
El propio Guterres manifestó este miércoles estar "impactado" por la "tergiversación" del discurso pronunciado el martes ante el Consejo de Seguridad y, tras la ola de críticas vertidas por autoridades israelíes, que incluyeron una petición de dimisión, subrayó que en ningún momento "justificó" los "actos de terrorismo" perpetrados por Hamás el 7 de octubre.
"Es falso. Hice lo contrario", manifestó durante una breve declaración sin preguntas ante los medios, en la que citó algunos extractos de su discurso para recordar que condenó las acciones de Hamás sin paliativos, incidiendo incluso en que ningún "agravio" histórico podía servir para justificar lo ocurrido. "Creo que es necesario dejar las cosas claras, especialmente por respeto a las víctimas y a sus familias", enfatizó Guterres, sin aludir en ningún momento a Israel ni a las medidas que ha adoptado como represalia por sus palabras.
En medio de esta tensión, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, salió a respaldar al diplomático portugués: "Lo que está haciendo es alzar la voz de una mayoría amplia de las sociedades en el mundo que lo que quieren es una pausa humanitaria" para que pueda entrar ayuda en la Franja de Gaza.
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