Más de 3000 soldados estadounidenses llegaron al mar Rojo a bordo de buques de desembarco, en un nuevo despliegue para disuadir a Irán de no incautar petroleros, anunció ayer la marina estadounidense.
“Estas unidades aportan una flexibilidad y una capacidad operativa significativas en nuestra labor (...) de disuasión de actividades desestabilizadoras y de apaciguamiento de las tensiones regionales provocadas por el acoso y la incautación de buques mercantes por parte de Irán”, dijo a AFP el portavoz de la Quinta flota, el comandante Tim Hawkins.
“Con estas acciones, Estados Unidos demuestran su compromiso para garantizar la libertad de navegación y disuadir a Irán de llevar a cabo actividades desestabilizadoras”, reza un comunicado.
Según el Ejército estadounidense, Irán se ha apoderado o ha intentado apoderarse de casi 20 buques con pabellón internacional en la región en los últimos dos años.
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