Representantes de unos 40 países iniciaron ayer sábado en la ciudad saudita de Yeda una reunión para buscar una solución a la guerra en Ucrania, en una cita a la que no fue invitada Rusia y de la que se esperan pocos avances concretos. "Anticipo que la conversación no será fácil, pero la verdad está de nuestro lado", dijo Andrii Yermak, responsable de la oficina presidencial de Ucrania.
"Tenemos muchos desacuerdos y hemos escuchado muchas posiciones, pero es importante que compartamos nuestros principios", dijo Yermak. "Nuestra tarea es unir a todo el mundo en torno a Ucrania", agregó.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo esta semana que los debates en Arabia Sauditta se centrarán en su plan de paz de 10 puntos que incluyen el retiro total de las tropas rusas del territorio de la exrepública soviética. También exige la restitución a Ucrania de la península de Crimea, anexada por Rusia en 2014.
Rusia afirma desde el inicio de la guerra que cualquier negociación deberá tener en cuenta "las nuevas realidades territoriales".
La cuestión de la paz en Ucrania se da después de un encuentro informal entre varios países en junio en Copenhague, que concluyó sin ninguna declaración conjunta. La delegación estadounidense en Yeda, que no espera resultados espectaculares de este encuentro, está al mando del secretario de Seguridad Nacional, Jake Sullivan.
Ucrania, en cambio, si tiene expectativas sobre el papel que podrían desempeñar algunos países, especialmente los socios de Rusia en el grupo de los Brics (Brasil, China, India y Sudáfrica), que aunque no tomaron partido por Ucrania, tampoco apoyan la invasión rusa.
China, que asegura guardar una posición neutral aunque es blanco de críticas occidentales por no condenar a Moscú, anunció que su enviado especial para Eurasia, Li Hui, encabeza su delegación en Yeda.
India afirmó que acude a Yeda alineado con su postura de que "el diálogo y la diplomacia son el camino a seguir".
La comitiva brasileña está encabezada por Celso Amorim, asesor de asuntos internacionales del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, aunque participará por videoconferencia, según los medios del país sudamericano.
Arabia Saudita, que como máximo exportador de crudo trabaja de cerca con Rusia en política petrolera, ha mantenido contactos con ambos bandos y se ha posicionado como posible mediador. Aunque Arabia Saudita respalda las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que denuncian la invasión de Ucrania, Estados Unidos le reprocha que los recortes de producción de petróleo aprobados en octubre equivalen a "alinearse con Rusia" en la guerra.
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