El resultado de las elecciones generales de España, en las que el Partido Popular (PP) y socio de ultraderecha Vox ganaron, pero no alcanzaron las bancas necesarias para ubicar a Alberto Núñez Feijóo en La Moncloa, abrió con una cantidad de posicionamientos y negociaciones entre el Partido Socialista Obrero Español (Psoe) y sus socios progresistas e independentistas para formar Gobierno, mientras el PP reclama que se respete su condición de partido más votado.
En tanto, Pedro Sánchez dijo a la Comisión Ejecutiva Federal del Psoe que está convencido de que la democracia "encontrará la fórmula de la gobernabilidad", según fuentes partidarias.
El escenario plasmado deja abierta la posibilidad de una primera votación de los diputados en las que se demuestre que ninguno de los bloques puede reunir la mayoría absoluta, 176 bancas, para elegir al próximo Presidente, y entonces pasar a una nueva votación en los cuatro días posteriores en los que gana el que tenga mayoría simple.
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