Las fuerzas ucranianas derribaron ayer decenas de drones explosivos y seis misiles de crucero en un ataque ruso antes del amanecer contra el puerto de Odessa, según las autoridades ucranianas, al día siguiente de que Moscú prometiera represalias por un ataque adjudicado a Ucrania que destruyó el único puente que conecta a Rusia con la anexionada península de Crimea.
El ejército ruso intentó primero hacer mella en las defensas antiaéreas ucranianas con los drones, y después atacó Odessa con seis misiles de crucero Kalibr, indicó el Comando Sur de ejército ucraniano.
Los seis misiles y 25 drones fueron derribados por defensas antiaéreas en la región de Odessa y otras zonas del sur, pero sus restos y las ondas expansivas dañaron algunas instalaciones del puerto y unos pocos edificios residenciales, según las autoridades.
Rusia describió los ataques de ayer en la costa del mar Negro como “represalias” por el suceso en el puente, un ataque efectuado por dos “drones navales” ucranianos, según el Comité Nacional Antiterrorista de Rusia, en el que hubo dos muertes. El Ministerio ruso de Defensa dijo que había utilizado armas de precisión lanzadas desde el mar contra instalaciones ucranianas cerca de Odessa y Mykolaiv, una ciudad costera unos 50 kilómetros al nordeste.
El ejército ruso destruyó instalaciones implicadas en “ataques terroristas” contra Rusia con embarcaciones no tripuladas, incluida una instalación en un astillero cerca de Odessa que los fabricaba, señaló el Ministerio, así como depósitos de combustible de Ucrania.
Granos
También ayer, Rusia advirtió a Ucrania contra su idea de seguir exportando cereales a través del mar Negro, y afirmó que no hay más “garantías de seguridad” tras expirar el acuerdo que durante un año permitió transportar grano por esa vía. “A falta de garantías de seguridad adecuadas, se plantean algunos riesgos”, declaró el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, recalcando que si “se prepara algo sin Rusia, se deben tener en cuenta esos riesgos”.
Enfatizando la posición del Kremlin, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, detalló a su homólogo turco, Hakan Fidan, que el fin del acuerdo significaba “la retirada de las garantías de seguridad de navegación”, lo que convierte de nuevo el noroeste del mar Negro, por donde circulaban los cargueros, en “una zona provisionalmente peligrosa”.
“Los ministros han estudiado otras opciones para abastecer de cereales a los países más necesitados”, destacó la diplomacia rusa. Rusia indicó el lunes que se niega a prologar el acuerdo de exportación de cereales ucranianos firmado en julio de 2022 bajo los auspicios de la ONU y Turquía, que fue prolongado varias veces. El Kremlin dijo que esta decisión no estaba relacionada con el ataque del lunes contra el importante puente.
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