OceanGate, la empresa responsable del submarino que implosionó mientras se dirigía al naufragio del Titanic, suspendió todas sus operaciones. Tras conocerse el desafortunado desenlace, la compañía ha estado rodeada de críticas, principalmente porque no cumplían con los estándares de seguridad necesarios para seguir realizando exploraciones. Previo a la tragedia, ya existían preocupaciones sobre su actividad.
Aunque OceanGate no ha compartido mayores detalles sobre lo que podría suceder con ellos a futuro, se sabe que actualmente están involucrados en la investigación de la guardia costera de Estados Unidos. El organismo inició un proceso indagatorio para saber exactamente qué ocurrió con el submarino cuando se dirigía al naufragio del Titanic. Desde luego, también pretenden determinar cuál es la responsabilidad de OceanGate en los lamentables hechos.
Cuando se dio a conocer que el submarino Titán sufrió una implosión, expertos del sector dedujeron que OceanGate tenía los días contados. Primeramente, porque es casi un hecho que su falta de atención por la seguridad provocó el desastre. Lo anterior, sin duda, los hizo perder la confianza de los futuros tripulantes. Pocos iban a tomar el riesgo de abordar un submarino de OceanGate después de lo ocurrido en junio. El negocio era insostenible.
Aun así, OceanGate tuvo la vergüenza de seguir ofreciendo viajes al naufragio del Titanic. Por simple sentido común, lo normal sería que la empresa los detuviera tras la implosión del submarino. Sin embargo, las dos expediciones de 2024 seguían a la venta por 250.000 dólares (por tripulante).
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