Ucrania dijo ayer que con la contraofensiva en una semana había recuperado 37 kilómetros cuadrados en el este, mientras que Rusia afirmó que frustró el intento de asesinato del gobernador de Crimea.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, reconoció ayer que los combates la semana pasada fueron “difíciles”, pero celebró “progresos” en la contraofensiva.
Las fuerzas ucranianas lanzaron a principios de junio una gran operación destinada a retomar los territorios ocupados por Rusia, pero los avances siguen siendo limitados, tanto por la importante defensa rusa, como por la falta de aviación y artillería. En el otro lado del frente, el ejército ruso lanzó ataques en los sectores de Avdiivka, Mariinka y Lyman y, desde este fin de semana, en Svatové, todas áreas ubicadas en el frente oriental, donde se están produciendo “combates feroces”, según la ministra ucraniana.
Por su parte, los servicios de seguridad rusos aseguraron ayer haber frustrado un atentado con bomba presuntamente preparado por Ucrania para asesinar al gobernador Serguei Aksionov.
Un ciudadano ruso de 35 años fue detenido, acusado de haber sido “reclutado por oficiales del SBU”, los servicios secretos ucranianos, agregó el FSB.
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