El grupo paramilitar ruso que se sublevó 24 horas e inició una marcha sobre Moscú desde sus posiciones en Ucrania se replegó ayer de Rusia tras un abrupto acuerdo con el Kremlin para que su líder se exilie en Bielorrusia, un pacto que disipó el mayor desafío al presidente Vladimir Putin en más de 20 años en el poder.
La revuelta del grupo Wagner y su líder Yevgueni Prigozhin expuso vulnerabilidades entre las fuerzas rusas justo en un punto álgido de la guerra en Ucrania.
En virtud del acuerdo, Prigozhin irá a Bielorrusia, aunque aún no se sabía a ciencia cierta cuándo abandonará Rusia. Tampoco trascendió dónde se encontraba actualmente el jefe de las milicias.
En la sublevación, Prigozhin desafió frontalmente la autoridad de Putin, de su ministro de Defensa y del jefe de las Fuerzas Armadas, tomó posiciones en la ciudad de Rostov del Don, en el sudoeste de Rusia, y desde allí avanzó con sus hombres a menos de 400 kilómetros de Moscú.
Rusia desplegó tanques y soldados en las márgenes de la ciudad a la espera de posibles enfrentamientos que no se concretaron.
Finalmente, de manera abrupta, el líder de Wagner dio marcha atrás y ordenó el regreso de los combatientes a sus bases, tras una mediación del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, uno de los pocos aliados de Rusia en Europa.
"Esta mañana Alexandr Lukashenko habló por teléfono con su par ruso, Vladímir Putin", publicó el canal de Telegram Pul Pervogo, cercano al líder bielorruso.
Ayer, los dos mandatarios mantuvieron dos conversaciones telefónicas.
Además, esta tarde, Lukashenko tuvo un diálogo por teléfono con el primer presidente de Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev, para examinar la situación internacional y regional, pero no informaron si abordaron el tema ruso en concreto.
Los mercenarios se estaban retirando hoy de la región de Voronezh, fronteriza con Ucrania, dijeron autoridades locales, que descartaron "incidentes".
También abandonaron la región de Lipetsk, al sur de Moscú, agregaron las autoridades, según AFP.
Sin embargo, en la capital rusa y sus alrededores, el “régimen de operación antiterrorista” instaurado ayer a raíz del motín, seguía hoy en vigor.
Imponentes patrullas de policía seguían en las principales rutas que llevan a la salida de Moscú, en el sur de la capital, mostraron canales de televisión.
Las restricciones de circulación en la autopista que une Moscú con Rostov del Don, centro neurálgico de las operaciones rusas en Ucrania, también seguían hoy vigentes, según Avtodor, a cargo de las autovías en Rusia.
En Moscú, mañana será feriado, decretado ayer por el alcalde de la ciudad, Serguei Sobyanin, ante la situación.
Prigozhin dijo anoche que ponía fin a la rebelión para evitar un "baño de sangre". El líder de Wagner podrá ir a Bielorrusia y evitar ser procesado en Rusia, al igual que sus combatientes, tenida cuenta de los “méritos en el frente” ucraniano del grupo paramilitar, aseguró el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov.
El grupo paramilitar tuvo un papel clave junto al Ejército ruso en la ofensiva en Ucrania, donde protagonizó por ejemplo la batalla más larga desde la invasión que devino en la captura de la ciudad de Bajmut.
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