Polonia recordó hoy los 80 años del levantamiento del gueto de Varsovia en presencia del presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, quien pidió perdón por los crímenes de sus compatriotas al aplastar esa rebelión considerada el mayor hecho conocido de resistencia urbana judía contra los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
El levantamiento fue sostenido por la Z.O.B, acrónimo polaco de Organización Judía de Combate, y se extendió hasta el 16 de mayo de 1943, cuando finalmente fue aplastado por las fuerzas de la Alemania nazi.
Las sirenas municipales y las campanas de las iglesias de Varsovia repicaron hoy al mediodía local para recordar a los insurgentes muertos en este barrio, aniquilados por los alemanes.
Los presidentes de Polonia, Andrzej Duda, de Israel, Isaac Herzog, y de Alemania rindieron homenaje a las víctimas ante el monumento a los Héroes del Gueto, situado en el lugar donde se produjeron numerosos enfrentamientos durante el alzamiento.
"Estoy aquí hoy delante de ustedes y les pido perdón por los crímenes cometidos por los alemanes aquí", dijo Steinmeier, primer jefe de Estado alemán en tomar la palabra ante el monumento.
En toda la ciudad, como en años pasados, más de 3.000 voluntarios repartieron flores de papel, que la gente lucía en sus chaquetas y abrigos en recuerdo de Marek Edelman, el último comandante del alzamiento, fallecido en 2009, que acostumbraba marcar este aniversario depositando en solitario un ramo de flores amarillas -narcisos- al pie del memorial.
Por el color y la forma, los narcisos de papel recuerdan la estrella amarilla de David que los judíos europeos debían llevar por imposición de los nazis.
Este año, la tradición se expandió a otras ciudades de Polonia.
"Repartiremos juntos 450.000 flores de papel. El número simboliza las mujeres y hombres judíos encerrados en el gueto de Varsovia en el momento de mayor sobrepoblación, la primavera de 1941", declaró a la prensa Zofia Bojanczyk, coordinadora del proyecto "Narcisos", informó la agencia de noticias AFP.
Un año después de invadir Polonia en 1939, los nazis delimitaron una zona en Varsovia para hacinar en tres kilómetros cuadrados a cerca de medio millón de judíos.
Todo ello para exterminarlos a base de hambre y enfermedades, y deportar a más de 300.000 a las cámaras de gas del campo de Treblinka, 80 kilómetros al este de la capital polaca.
El gueto de Varsovia llegó a ser el más importante de todos durante la Segunda Guerra Mundial. En el momento de la insurrección, protagonizada por cientos de combatientes judíos, unos 50.000 civiles vivían escondidos en sótanos y búnkeres del gueto.
Los alemanes terminaron reprimiendo sangrientamente la rebelión e incendiaron el barrio, que quedó reducido a un campo de ruinas.
Se calcula que unas 7.000 personas murieron durante los combates y otras 6.000 perecieron en los incendios. Los supervivientes fueron enviados a los campos de concentración.
Con motivo de la efeméride se han previsto este año encuentros con supervivientes, conciertos, proyecciones de películas y actuaciones teatrales.
Imágenes del gueto tomadas por un bombero polaco y descubiertas recientemente formarán parte de una exposición en el museo Polin, emplazado en el lugar donde estuvo el antiguo gueto, consagrado a la historia de los judíos de Polonia.
En la Argentina, ayer representantes de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) y del Museo del Holocausto, junto a sobrevivientes del Holocausto, participaron de un acto para reivindicar la paz y los derechos humanos a través de la memoria y educación, en el Centro Cultural Kirchner (CCK), con motivo del aniversario de la rebelión.
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