Mañana 19 de abril se cumplen 80 años del comienzo del levantamiento del gueto de Varsovia, una rebelión contra las deportaciones de judíos a los campos de exterminio que fue sostenida por la ZOB, acrónimo polaco de Organización Judía de Combate, y que se extendió hasta el 16 de mayo de 1943, cuando finalmente fue aplastada por las fuerzas de la Alemania nazi.
La sublevación del gueto de Varsovia, cuando un grupo de judíos decidió luchar contra los nazis a pesar de sus condiciones de inferioridad, constituye un ejemplo heroico y de dignidad que perdura en el tiempo. Esta rebelión fue la primera en la que un grupo urbano se levantó en armas contra la ocupación alemana en Europa.
El gueto de Varsovia fue implantado en la capital polaca en octubre de 1940, después de que el gobernador alemán de la Polonia ocupada ordenara el confinamiento de todos los judíos en un sector del centro de la ciudad.
Al mes siguiente, los nazis hicieron construir un muro de 3 metros de alto alrededor del gueto. El muro dividía Varsovia en una zona residencial para polacos y alemanes, y otra para residentes judíos de la ciudad. Sin embargo, desde el principio, el gueto de Varsovia fue pensado por los nazis como un campo de concentración para judíos de toda Europa, quienes serían deportados desde allí al campo de exterminio de Treblinka.
Hasta 500.000 personas fueron arrastradas hasta ese gueto, hacinadas casi sin espacio, prácticamente sin agua potable ni comida. En la lucha contra los nazis, además de la organización ZOB, que incluía a comunistas y a socialistas, también participó la derechista Beitar que operaba dentro de la Unión de Militares Judíos.
En el verano boreal de 1942, unos 300.000 judíos del gueto fueron enviados al campo de exterminio de Treblinka, en el noroeste polaco, y luego asesinados. Entre 1941 y 1943, los movimientos de la resistencia conformaron aproximadamente 100 grupos judíos, en su mayoría de jóvenes. El de Varsovia fue el intento más famoso de esa resistencia. El Tercer Reich seguía en su etapa de expansión, pero esas agrupaciones juveniles habían ingresado clandestinamente armas al gueto y comenzaron a organizarse para resistir.
El inicio de la resistencia
El 19 de abril de 1943, los alemanes lanzaron la operación de liquidación del gueto donde se seguían ocultando unos 60.000 judíos. Quemaron los edificios del barrio para obligar a los sobrevivientes a salir de sus escondites. Entonces, la insurrección estalló, liderada por el joven Mordecjai Anielewicz, quien había estado planeándola durante tres meses, y lideraba el ZOB, y por Pawel Frenkel, del movimiento Beitar.
Unos 750 combatientes judíos atacaron a los nazis para morir empuñando las armas en vez de hacerlo en una cámara de gas. La resistencia se mantuvo durante 25 días. En un primer momento, los alemanes fueron sorprendidos por la rebelión y la resistencia de los judíos, pero luego se reorganizaron y decidieron destruir el gueto. El 6 de mayo de 1943, el comandante general de las tropas alemanas, Jürgen Stroop, ordenó aniquilar a la resistencia, mediante la entrada de tanques al gueto. Finalmente, el 8 de mayo de ese año los nazis lograron ingresar al cuartel general de la resistencia y ejecutaron a sus líderes.
Sin embargo, el jefe de la sublevación Anielewicz y su novia se suicidaron antes de que los atraparan los alemanes. El 16 de mayo, Stroop mandó demoler la sinagoga de la calle Tlomacka. Con minuciosidad escribió en su diario: “El gueto ya no existe”. De los más de 56.000 judíos capturados, aproximadamente 7.000 fueron fusilados, y los restantes fueron deportados a campos.
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