El telescopio espacial James Webb localizó la galaxia más lejana detectada hasta la fecha, creada durante la expansión inicial del Universo, unos 320 millones de años después del Big Bang, según estudios publicados ayer.
Este observatorio espacial desarrollado a través de la colaboración de 14 países, construido y operado conjuntamente por la Agencia Espacial Europea, la Agencia Espacial Canadiense y la Nasa, que empezó a funcionar en julio de 2022, identificó numerosas galaxias “candidatas” en el espectro infrarrojo, una longitud de onda invisible para el ojo humano que permite remontar mucho más en el tiempo.
Todas ellas están situadas en el extremo rojo del espectro, es decir que están muy lejos y con una edad que oscila entre los 300 y los 500 millones de años tras el Big Bang (que ocurrió hace 13.800 millones de años), según dos estudios publicados en Nature Astronomy.
Ambos documentos explican que en ese momento el Universo solo tenía el 2% de su edad actual, y atravesaba lo que los científicos denominan un periodo de reionización: después del periodo conocido como de las "épocas oscuras", se volvió a activar y empezó a producir una gran cantidad de estrellas.
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