Donald Trump llegó ayer a Nueva York desde Florida para presentarse hoy ante la Justicia para ser fichado por la Policía y conocer los cargos por los que se convirtió en el primer expresidente procesado de la historia de Estados Unidos, en medio de enorme expectación y de temores a protestas de sus seguidores.
Su regreso a la ciudad donde se hizo famoso en la industria inmobiliaria y del espectáculo abre un capítulo inédito en la historia de Estados Unidos, con Trump en el medio de su tercera campaña para llegar a la Casa Blanca y de un caso que tiene al país en vilo, con repercusiones de todo tipo: legales, políticas y sociales.
Procedente de su mansión en Florida, el empresario aterrizó en el aeropuerto neoyorquino de La Guardia en su avión privado Boeing 757 negro, rojo y blanco con un “Trump” escrito en dorado a sus costados, según mostraron imágenes de cabales de televisión. Desde allí se dirigía a la Torre Trump, el rascacielos que lleva su nombre en la icónica Quinta Avenida de Nueva York, donde pasará la noche.
Trump, de 76 años, comparecerá hoy ante un tribunal de Manhattan luego de que un gran jurado lo procesara la semana pasada por delitos relativos a un pago que hizo a una actriz porno en 2016 durante la campaña que lo llevó a la Presidencia, a cambio de que no revelara que el magnate había tenido con ella una relación extramatrimonial.
Trump volvió a negar ayer las acusaciones, insistiendo en su red social con letras mayúsculas que todo es una “caza de brujas” para frustrar su retorno al poder tras las elecciones de 2024. El líder de ultraderecha sigue afirmando falsamente que el presidente Joe Biden, del Partido Demócrata, le ganó con fraude las elecciones de 2020. “Iré a un tribunal, lo crean o no. ¡No se suponía que Estados Unidos fuera así!”, escribió en su red social Truth Social.
En Florida, la caravana de Trump desde su club de Mar-a-Lago hasta el aeropuerto fue transmitida en vivo por la televisión. Cientos de simpatizantes se pusieron a cada lado de la autopista para verlo pasar, ondeando banderas y vitoreando su nombre, mientras declaraban a los canales que el caso tenía motivaciones políticas. La escena se prefiguraba diferente en Nueva York, donde Trump se volvió profundamente impopular cuando pasó de los negocios a la política.
Los fiscales dicen que su caso en su contra no tiene nada que ver con la política y han defendido el trabajo del fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, quien heredó la causa y la lleva actualmente. Como parte de su comparecencia judicial, Trump se someterá hoy al procedimiento estándar de toma de huellas dactilares y fotografía, lo que dará lugar a una de las fotos de ficha policial más famosas de la era moderna.
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